Sebastián Edwards da por hecho que vendrá un nuevo plan de reactivación

Aunque en La Moneda recalcaron que no se adoptarán nuevas medidas mientras no se sepa el alcance de las que ya se adoptaron en enero, el economista Sebastián Edwards planteó que el buen manejo de las autoridades permite dar por hecho que en el corto plazo se vendrá un nuevo plan de reactivación.

En entrevista con La Prueba de ADN desde California, el profesor de la UCLA destacó la labor de los encargados de manejar la economía nacional, y sostuvo que la magnitud de la crisis hace posible vaticinar nuevas medidas similares a los US$4.000 millones que ya se inyectaron.

"Hay dos cosas que puedo dar firmadas: una, que el Banco Central va a seguir bajando las tasas en forma muy agresiva; y la segunda, va a haber otro plan de reactivación similar -aunque con ciertas variantes- al que hubo en enero, porque fue un plan bueno pero dada la magnitud de la crisis posiblemente insuficiente"

Edwards destacó que "las autoridades en Chile lo han hecho muy bien en el sentido de dar una sensación del justo equilibrio", asegurando que en esa línea el plan ya adoptado por el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, tiene que ser complementado.

"Tenemos el plan que planteó el ministro Velasco en enero, de los 4 mil millones, el cual puedo asegurar que va a ser suplementado por otro en un plazo no demasiado largo, porque en la medida que vamos viendo que la crisis tiene esta profundidad vamos a ver que nuestras autoridades van a reaccionar", sostuvo.

Finalmente, el especialista sostuvo que hay que proteger el empleo en forma "inteligente", y que para ello hay otras medidas antes que el Estado compre acciones en empresas afectadas por la crisis.

"Lo que hay que hacer es tratar que el efecto sobre el empleo sea el menor posible, pero que este intento por proteger empleos sea lo más inteligente que podamos tener. Lo esencial es, uno, créditos y garantías crediticias a través de la Corfo u otros bancos, y una política monetaria que permita que aumente el crédito", planteó.

"La segunda cosa importante es que hay que modificar con urgencia la ley de quiebras chilena, que es muy mala, porque no permite en general que las empresas sigan operando mientras se reestructuran y mientras están renegociando sus pasivos con los acreedores. Esta es la mejor manera de hacerlo y no a través de la compra de acciones de parte del Estado, como se ha propuesto en Chile", subrayó.