El nuevo fútbol argentino que deja afuera a los hinchas de escasos recursos
Los dos equipos más populares del fútbol argentino se han convertido en un espacio para sectores privilegiados.
Cuanto más masivo es el fútbol en Argentina, más excluyente. River Plate y Boca Juniors son de los pocos refugios emotivos de los sectores más castigados de la sociedad argentina, sobre todo en tiempos de crisis económica. Pero asistir a los estadios para ver jugar a los dos clubes se convirtió en los últimos años en un privilegio. Subir las escaleras de la Bombonera o el Monumental es para los más pobres como escalar el Everest.
Hasta no hace mucho los estadios tenían igualdad social. Ese acceso a la fiesta a cambio de pagar una entrada, que hoy cuestan entre 320 y 430 pesos argentinos (8 a 11 dólares) ya no existe. Cuando juegan de local los recintos se llenan con socios, quienes ingresan con el pago de su cuota mensual. Los resquicios que quedan para comprar una entrada son inalcanzables para los más desfavorecidos.
"Los socios activos pagan 560 pesos por mes de cuota (15 dólares) y con eso pueden ingresar a un espectáculo de primer nivel. El 67% del estadio tiene tribunas populares, las más baratas", dijeron a El País fuentes del club. En la actual temporada de la Superliga, Boca jugará 12 fechas como local, por lo que cada cuota equivale a un partido.
"No es un tema de política del club sino de demanda", explica Darío Santilli, dirigente de River, agregando que "el efecto es ése (que a las clases más bajas se les complique asistir a los estadios). Sé que hay otros clubes de primera que venden hasta cuatro entradas por persona en ventanilla el día del partido, pero nosotros no podemos. El espectáculo se volvió súper masivo y cada vez viene más gente a la cancha".
Los más acomodados por conocer la Bombonera pueden comprar entradas a la tribuna -a precios turísticos- en los portales de reventa. River también vende un remanente para los juegos de menor demanda –cerca de 4.000 de las 66.000 ubicaciones-, pero quienes quieran comprarlas deben pagar con tarjeta de crédito, y eso en Argentina no es para todos: el 52% de la población no tiene acceso al sistema financiero.
El llamado "modelo europeo" se aplica en un país en el que el 27% de la población vive por debajo de la línea de la pobreza. Al privilegio perdido de asistir al Monumental o a la Bombonera se suma la la caída del Fútbol para Todos, el programa que transmitía los partidos por televisión de manera gratuita. Las pantallas tampoco son para todos, porque ahora los hinchas requieren de canales de pago.