Gobierno de Brasil pidió bajar precios de las entradas para partidos de fútbol

El gobierno brasileño pidió este jueves a los clubes de fútbol y a los administradores de los estadios del país reducir los precios de las entradas.

"Nuestra preocupación es con la viabilidad económica del fútbol y los clubes brasileños, la sustentabilidad económica de las arenas construidas y las futuras arenas, y con el acceso del hincha, especialmente el de bajo ingreso, a esas arenas", declaró el ministro de Deporte, Aldo Rebelo, quien se reunió en Brasilia con representantes de varios clubes de primera división, como Fluminense, Corinthians y Bahia, así como propietarios y administradores de estadios.

El valor de las entradas para algunos estadios brasileños, en especial los que han sido construidos para el Mundial 2014, han generado reclamos. Un caso que se abordó en la reunión fue el partido entre Flamengo y Santos disputado en junio en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia, donde el boleto más barato fue de 180 reales, más de 80 dólares y casi 41 mil pesos chilenos.

El valor fue considerado "exorbitante" por Rebelo, quien destacó que ese precio está lejos del promedio de las entradas más baratas para los estadios, de 54 reales (25 dólares, poco más de 12 mil pesos).

"Es carísimo, a mí también me parece caro ese valor, pero hay que buscar un equilibrio. Si se quiere seguridad y comodidad para el hincha, hay que pagar un precio justo para todos", dijo Andrés Sánchez, representante del Corinthians, uno de los clubes más populares de Brasil.

Su equipo planteó como solución que 40% de las entradas al estadio en que juega su equipo se vendan a un precio menor a los 23 dólares.

Los asistentes a la reunión se comprometieron a entregar propuestas en tres semanas, que el Ministerio de Deporte utilizará para elaborar un informe que será analizado por todas las partes involucradas con el fin de buscar una solución a los altos precios de las entradas.

El ministro precisó que por el momento no está considerado que haya dinero público para subsidiar los tickets, como hace el Gobierno con los boletos para espectáculos culturales.

No obstante, dejó abierta la posibilidad para que en el futuro los partidos de fútbol reciban el mismo beneficio que los eventos culturales, puesto que la legislación brasileña considera este deporte como patrimonio cultural.