Arquitecto calificó remodelación del Estadio Nacional como »un desastre»
Gonzalo Mardones, designado por Sebastián Piñera para monitorear las obras que se realizan en el coloso de Ñuñoa, señaló a ADN Radio Chile que las obras "carecen de un proyecto global" y no cumplen con las normas de la FIFA.
Una durísima crítica a la remodelación del Estadio Nacional realizó el arquitecto Gonzalo Mardones, encomendado por Sebastián Piñera para monitorear las obras, al calificar la labor encabezada por el Ministerio de Obras Públicas como "un desastre".
El profesional señaló a ADN Radio Chile que la remodelación "carece de un proyecto global que aseguren la calidad y las condiciones que debe cumplir el más importante recinto deportivo del país", explicando que las empresas que participaron en el proceso de licitación fueron las que propusieron la forma de trabajo.
Mardones criticó que el aforo del recinto se haya bajado a 50 ó 52 mil personas, y señaló que no cumple con las normas FIFA para competiciones oficiales.
"La FIFA en los estadios de nueva generación a partir sobre todo del mundial de Francia 1998 dio indicaciones básicas de cómo diseñarlos. Por ejemplo, en gran parte de la galería y de abajo en tribuna, simplemente no se puede ver el partido. Eso es porque las pendientes no cumplen con eso, y eso no se corrigió", sostuvo.
"Esto es un desastre, y no se puede inaugurar a mi juicio, del punto de vista profesional, un estadio a medias, un estadio donde la gente no cabe", enfatizó.
El arquitecto además denunció que el MOP decidió comprar butacas de 42 centímetros cuando "las butacas mínimas que exige la FIFA tienen 47 centímetros".
Mardones señaló que Sebastián Piñera como titular de la Fundación Futuro en 2008 le presentó a la Presidenta Michelle Bachelet un proyecto completo para la remodelación del Estadio Nacional, pero éste no fue utilizado pese a que la propia Mandataria lo recibió con "mucha grandeza".
Finalmente, el arquitecto rechazó las críticas del ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, planteando que su postura en contra de las obras de remodelación se debe a que podría tener intereses personales de llevar adelante un proyecto propio.
"Me parece una ofensa inmunda a mí y a mi familia. Jamás nosotros… Sería poco ético, sería muy sucio pensar en realizar nuestro proyecto. Nuestro proyecto se le regaló a la Presidenta Bachelet, se regaló con el fin que ella y sus asesores hicieran el proyecto con quien quisieran. No me voy a prestar para juegos ni para empañarle a la Presidenta nada", sentenció.