Romina Pistolas debuta en el mundo literario con «Carmen o cómo me inicié en el negocio de bailar sin ropa»
La escritora nacional decidió dejar su natal Calbuco a los 22 años. ¿El destino? Australia, en donde se inició como trabajadora sexual. Estas vivencias son las que plasmó en su primera novela autobiográfica, la que enfrenta todo tipo de prejuicios y discriminaciones.

Romina Pistolas debuta en el mundo literario con "Carmen o cómo me inicié en el negocio de bailar sin ropa"
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En el Ciudadano ADN conversamos con la escritora nacional Romina Pistolas a raíz de su novela autobiográfica «Carmen o cómo me inicié en el negocio de bailar sin ropa», publicada por Editorial Cuneta.
Si bien la autora vivió mucho tiempo en su natal Calbuco, a la edad de 22 años decidió emigrar a Australia en busca de la aventura.
«Ahora de 34 años pienso que ni cagando lo hago ahora. Es algo que realmente cuando una es chica no tiene miedos y no existen las consecuencias», comenzó diciendo Romina Pistolas.
Romina Pistolas: De Calbuco hacia el mundo
La historia de «Carmen o cómo me inicié en el negocio de bailar sin ropa» refleja la personalidad ansiosa de su autora. Pese a esto, ella aseguró que si bien hace las cosas con miedo, finalmente las termina haciendo igual.
«Para vivir la vida que yo quería vivir, tenía que hacer las cosas que tenía que hacer, pero muerta de miedo», confesó.
¿Pero cuál era la vida que Romina Pistolas quería? Según sus propias palabras, consistía en «ser independiente, una mujer empoderada y libre».
«Yo crecí en una ciudad muy chica. Entonces siempre soñé con ciudades más grandes y libertades. En ciudades chicas todo el mundo te conoce y tiene una opinión acerca de ti. Y yo sentía que no podía alcanzar la máxima versión de mí misma si es que yo no me iba de ahí», comentó.
Una abuela y una inspiración
La gente suele tener el prejuicio que las personas que trabajan en clubs de strippers vienen de familias disfuncionales. Ese no es el caso de Romina Pistolas: ella tiene hermanas, madre, padre e incluso tiene muy presente a su abuela.
«Me he identificado harto en ella, que sufría de los nervios. Ella tenía muchas capacidades artísticas. Era una persona que escribía, que cantaba y que era muy histriónica. Era una artista, pero nunca tuvo la posibilidad de desarrollar esos talentos por el contexto», comentó la escritora nacional.
Por otra parte, Pistolas comentó que su rol de trabajadora sexual » ha sido un gran colador de gente». «Es un trabajo como cualquier otro», aseguró.
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