• 23 DIC 2025

EN VIVO

Ciudadano a Pata: Emilio Jéquier y los 140 años del Palacio del Museo de Bellas Artes

En el Ciudadano ADN tuvimos una nueva edición de Ciudadano a Pata junto a Mario Cavalla, quien dedicó su columna al arquitecto que revolucionó la urbanización del siglo XX.

AUDIO: Ciudadano a Pata: Emilio Jéquier y los 140 años del Palacio de Bellas Artes

En el Ciudadano ADN tuvimos una nueva edición de Ciudadano a Pata junto a Mario Cavalla, quien dedicó su columna a los 140 años del Museo de Bellas Artes y su arquitecto, Emilio Jéquier.

¿Quién fue Emilio Jéquier?

Emilio Jéquier, fue el arquitecto que diseñó el edificio del Palacio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), a un lado del Parque Forestal y debido a los 140 años del aniversario de esta construcción, la institución puso a disposición un libro dedicado al urbanista: “Emilio Jéquier. La construcción de un patrimonio”

Por medio de este texto, se narra la historia de “uno de arquitectos más relevantes del siglo XX en Chile”, de acuerdo a lo expuesto por Cavalla.  

Jéquier, se formó como arquitecto en París, Francia, a finales del siglo XIX. Es más, en una de sus memorias, contó que tuvo el placer de ver el proceso de la Torre Eiffel y esa formación generó en él una característica especial, porque se formó como profesional en dos manera, primero en la escuela de Arquitectura y después en Bellas Artes, con especialización de construcción de palacios y edificios de gran envergaduras. 

Uno de sus principales características de su trabajo era como las construcciones formaban parte y hacían buen uso del espacio público, situación que lo hizo acreedor de una beca que lo llevó a Roma a ser parte de un proyecto muy parecido al del Palacio de Bellas Artes. 

Jéquier y el Palacio de Bellas Artes

Ya en 1889 se instaló en Santiago y abrió su oficina con Julio Beltrán, otro destacado arquitecto y primo de Jéquier y comenzaron a imaginar cómo podría llegar a ser la ciudad con obras de gran envergadura. 

Postuló en varios concursos, siendo el principal, la construcción del Palacio de Bellas Artes, en medio de la bonanza del salitre, «entonces había plata y éramos aspiracionales, mirábamos a Francia todo el tiempo y queríamos parecernos a los parisinos», precisó Cavalla.  

Una vez como jefe del proyecto, Jéquier se encontró con dos escenarios favorables, una ciudad desnuda de este tipo de construcciones y se había canalizado el río Mapocho, por lo que quedó un terreno baldío a la orilla del caudal.

Jéquier fue consignado en su época como un arquitecto rebelde e introdujo las cúpulas con fierros, y provocó una revolución. “En medio del centenario de la patria, encontrarse con ese tipo de construcciones impactaba”, comentó el periodista. 

Cavalla detalló que el arquitecto, con su objetivo de “mejorar el uso del espacio público’‘, realizó una segunda obra, la Estación Mapocho, construcción que fue un encargo y que se convertiría en el “Terrapuerto de Chile”, en medio del apogeo del tren. 

«Las estaciones de trenes son portales y puertas a la ciudad y de hecho cuando tú piensas en la ciudad desde el punto de vista del transporte público, eso es muy bonito», declaró el Ciudadano a Pata.  

Es por este 140 aniversario del Palacio Nacional del Museo Bellas Artes, que la institución puso a disposición un libro dedicado a su arquitecto creador, Emilio Jéquier , el cual puedes descargar en www.mnba.gob.cl o pinchando el siguiente link

Temporada del pastel de choclos, los datos

Aprovechando la instancia y continuando con sus recomendaciones gastronómicas, Mario Cavalla se tomó el verano, y nos trajo las mejores picadas para disfrutar de un pastel de choclo y humitas, en medio de la temporada de los choclos de mejor calidad del año. 

La ruta la comenzó en el “Comedor Central”, ubicado en Plaza de Armas de Santiago, “ellos tienen una interpretación del pastel de choclo, que es una sobrecostilla con pastelera. Funciona bastante bien, tiene un toque dulzón, cebolla, huevo, aceituna, todo en una palangana metálica», describió Cavalla.  

Continuando y sin moverse de la Plaza de Armas, está el Faisan D’Or, donde venden un “excelente pastel de choclo y humita, destacar que se cumplen las dos consignas”, afirmó el comunicador.  

Moviéndonos a Providencia, se encuentra “Divertimentos”, restauran a los pies del Cerro San Cristóbal, por la entrada de Pedro Valdivia, donde se puede aprovechar la terraza, y que ofrece “una pastelera bastante cremosas, relleno de pollo, aceitunas y pasas». 

En tanto, Juan y medio tiene una oferta a través de delivery, que por $7.800 te da dos humitas gigantes, “con una alcanza pal’ almuerzo y otra para la cena. Son exquisitas el otro día las probé y están como quieren», sostuvo el Ciudadano a Pata. 

Por último, Mario Cavalla recomendó la picada de “La Carmencita», en el Mercado Tirso de Molina, donde ofrece “humitas a 2.500 pesos, con una molienda de choclo a través de molinillo, artesanal, que le da otro toque otro sabor”. 

[dps_related_post ids=»4956438,4942269″]

Contenido patrocinado

X
Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies