Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía, sobre expedición a la fosa de Atacama: «Constituye un hito para la exploración oceánica a nivel mundial»

En el Ciudadano ADN conversamos sobre la expedición a la fosa de Atacama, la cual descendió a uno de los puntos más profundos de nuestro océano, junto al director del Instituto Milenio de Oceanografía, Osvaldo Ulloa.

La expedición a la Fosa de Atacama se pudo realizar gracias al apoyo del Ministerio de Ciencias y a la Universidad de Concepción. Respecto a esto, Ulloa explicó que «esta expedición constituye un hito no solo para nosotros y el país, sino también para la exploración oceánica a nivel mundial».

«Nosotros habíamos estado en el año 2018 en la Fosa de Atacama, pero habíamos enviado un vehículo no tripulado. Esta expedición fue bastante distinta, porque descendimos en el submarino y navegamos por tres horas por el fondo de la fosa. La impresión que uno tiene es de estar en otro planeta», comentó el director del Instituto Milenio de Oceanografía sobre la hazaña.

Los misterios que esconde la Fosa de Atacama

«La primera impresión fue la cantidad de organismos que encontramos allá abajo. No esperábamos encontrar la abundancia del pepino de mar bien especial porque puede caminar. Y lo primero que vemos por las ventanillas del submarino, que son unos ojos de buey, fue que estaba poblado de este pepino de mar, esta holoturia», narró el profesor.

Una de las cosas que más sorprendió a Ulloa fue el hecho de que hubiera vida en un lugar tan hostil. «Estamos llegando a un mundo que por muy extremo que sea, está habitado por organismos», comentó.

«Después empezamos a navegar y veíamos unos crustáceos que se nos cruzaban. Veíamos estructuras en los sedimentos de gusanos marinos, un tipo en especial, que son los poliquetos. Después empezamos a subir por unas formaciones rocosas y nos encontramos con tapices microbianos de color oro que estaban adosados a ciertas formaciones rocosas. Un mundo maravilloso», aseguró.

¿Cómo se gestó la aventura submarina?

El director del Instituto Milenio de Oceanografía señaló que desde se comenzó a planear el proyecto en junio del año pasado, «todo tuvo que hacerse demasiado rápido».

«La primera decisión es si uno está dispuesto a bajar 8 mil metros, a estar 10 horas en un submarino en completa oscuridad. Después hay que hacerse chequeos médicos, y en mi caso incluso me encontraron un cálculo a vesícula, por tanto me tuve que operar. Físicamente había que estar preparado también, así que empecé a hacer yoga para poder estar en condiciones y tener la tranquilidad de poder disfrutar ese maravilloso viaje», relató el científico.

Una playlist a más de 8 mil metros de profundidad

Una aventura de la magnitud de esta no podía estar libre de música. Así lo sabía Osvaldo Ulloa, por lo que decidió llevar con él una de sus canciones favoritas.

«La travesía hacia el fondo dura 3 horas y media, y la tradición es después compartir regalos con el piloto, Victor Vescovo y poner un tema que a cada uno nos gusta. No estaba planificado, yo lo había leído y llevaba mi IPad con música y con fotos y puse justamente el tema de Manuel García que lo canta a dúo con Mon Laferte», mencionó el aventurero, refiriéndose al single «La danza de las libélulas», perteneciente a «Pánico» LP debut del ariqueño que fue reversionado en 2021.

Por otra parte, Vescovo decidió musicalizar el momento con la canción «Tequila Sunrise» del grupo estadounidense Eagles.

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