China toma drásticas medidas en torno a los influencers: no cualquiera podrá hablar de todos los temas
La iniciativa busca que internet sea un lugar “positivo, sano, ordenado y armonioso”.
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China acaba de establecer regulaciones que obligan a los creadores de contenido a contar con las “calificaciones” adecuadas antes de abordar temas profesionales como derecho, salud o finanzas.
Estas disposiciones forman parte de un paquete más amplio de medidas que busca fortalecer el control sobre la creciente industria del live-streaming en el país.
El miércoles pasado, la Administración Nacional de Radio y Televisión de China (NRTA) divulgó un conjunto de directrices que exige a los influencers demostrar que poseen “las calificaciones pertinentes” si van a cubrir asuntos que requieren un “alto nivel de profesionalidad”.
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Aunque el comunicado no detalla qué tipos de credenciales serán reconocidas, señala que los temas regulados incluyen salud, derecho, educación y finanzas.
“Los anfitriones de transmisiones en vivo asumen responsabilidades importantes y juegan un papel esencial en difundir el conocimiento científico y cultural, enriquecer la vida espiritual y cultural, y promover el desarrollo económico y social”, precisa el documento oficial.
El reglamento plantea que su propósito es fomentar un “espacio de Internet positivo, sano, ordenado y armonioso”.
¿Qué se prohíbe?
Además de imponer requisitos para hablar de temas sensibles, la normativa enumera 31 prácticas que los creadores no pueden realizar. Entre ellas destacan:
- Promover el juego, la violencia o el consumo de drogas.
- Difundir contenido que “debilite, distorsione o niegue el liderazgo del Partido Comunista” o el sistema socialista.
- Mostrar tendencias de desperdicio alimentario o consumo extremo, como el fenómeno “mukbang”.
Estas restricciones coinciden con el impulso más amplio del gobierno chino para reforzar la censura y supervisión sobre el contenido digital.
Mercado en la mira del control estatal
El auge vertiginoso del live-streaming en China no pasó desapercibido para las autoridades. En 2020, el consultor KPMG estimó que este sector alcanzaba un valor cercano a 1 billón de yuanes (unos 156 mil millones de dólares).
Un episodio reciente que ilustra ese escenario de tensión fue el del influencer Li Jiaqi fue, retirado de una transmisión luego de promocionar un helado con forma de tanque un día antes del aniversario de la masacre de Tiananmén.
Aunque no poseía intenciones evidentes de recordar ese suceso históricamente censurado, el incidente caló en sus 170 millones de seguidores.
Regulación médica
El control estatal sobre los contenidos digitales no se limita a este nuevo paquete de reglas. En agosto de 2025, el gobierno chino emitió directrices específicas para limitar la difusión de consejos médicos falsos o engañosos.
En esas normas, las plataformas y los creadores de contenido deben verificar las credenciales del autor de la información, clarificar si existe publicidad oculta y censurar la desinformación.
Así, el nuevo conjunto de reglas para influencers que tratan temas profesionales se inserta en una estrategia coordinada de supervisión de contenido online con especial atención a salud y política.