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ENTREVISTA. Lucybell se confiesa y adelanta lo que traerá su receso luego de los conciertos: “Hay un montón de proyectos en carpeta”

A pocos días de su doble presentación en el Movistar Arena, Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y “Cote” Foncea conversan sobre el cierre de ciclo, la conexión con su público y el futuro de la banda con Radio ADN.

Lucybell se confiesa y adelanta lo que traerá su receso luego de los conciertos: “Hay un montón de proyectos en carpeta”

Es mediodía. En los estudios Foncea, en un extremo tranquilo de Ñuñoa, se respira ese aire de víspera: cables ordenados, algunos técnicos paseando y ellos relajados, como si todo estuviera bajo control. Faltan apenas cuatro días para que Lucybell —uno de los grupos más emblemáticos de la escena musical chilena— se despida de los escenarios, al menos por un tiempo. Ellos mismos lo anunciaron: se tomarán un receso.

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Están los tres: Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y José Miguel “Cote” Foncea. Se sientan en unos sillones pequeños y posan ante la cámara de Radio ADN, rodeados de baterías, guitarras y cables. Es la última entrevista que tienen programada antes de sus jornadas: este jueves 9 y viernes 10 de octubre subirán por última vez al escenario en el Movistar Arena. Al interior del estudio, frente a un solo micrófono, hablan en coro, se interrumpen y bromean entre ellos. Después de más de 35 años juntos, tienen un timming casi perfecto.

Hace unos meses anunciaron que, tras estos conciertos, se darán un receso sin fecha de regreso. Las entradas se agotaron en cuestión de horas. Por eso decidieron sumar una función extra el jueves 9, una jornada especial dedicada a celebrar los 30 años de su primer disco, Peces (1995), el álbum que marcó su debut y los consagró como una de las bandas más influyentes del país.

Los tres se acomodan, miran a la cámara y se disponen a responder el último cuestionario previo a los conciertos.

¿Qué sensaciones tienen con ese receso que ya está a la vuelta de la esquina?

Claudio: Para este receso ha sido un proceso bastante largo desde el primer momento en el cual hablamos y tomamos esta decisión, que tomó tiempo y planificación. Es algo que había que ver con mucha anticipación. Lo fuimos dejando en un lugar, yo creo que para no mirarlo de frente, porque había que presentar discos, estábamos con hartas cosas que hacer. Al menos en mi caso me preparé mucho para poder estar listo para lo que pasaría en julio y agosto.

Yo creo que ahí partía realmente tener que enfrentar y mirar al espejo y decir: “¿Sabes qué? Es el último show que vamos a hacer en Rancagua, el último show que vamos a hacer en Arica, el último viaje en bus”. Entonces, para enfrentarse a eso, nos pasó un proceso bien especial, porque al principio era entender lo que estaba pasando. Pero ya en los primeros shows que hicimos en julio me pasó que había una gratitud, una alegría dentro de una emoción, porque es emotivo, pero también una gratitud muy grande del público hacia nosotros, que se transformó también de nosotros hacia ellos.

Esa gratitud yo creo que se transformó un poco en el leitmotiv de lo que pasó entre julio y agosto, y nos lleva ahora a este 9 y 10 de octubre con mucha energía, con muchas ganas de hacer un ultra show, ambos diferentes. Son dos instancias muy distintas que las estamos viviendo con mucha alegría, que obviamente no quita la emoción. Yo creo que es sumamente emocionante, pero la palabra que resume todo es gratitud. Estamos acá haciendo esto porque ellos escucharon las canciones, porque las pusieron play, porque se las mostraron a alguien y siguieron expandiéndose.

—Ustedes han mencionado en varias oportunidades que el público, sus fanáticos, son el cuarto integrante. ¿Qué conexión especial sienten ustedes en estos últimos conciertos con ellos?

Cote: Que están muy conectados con lo que nosotros vivimos, porque no hay un duelo. Obviamente, algunas personas ven esto con cierto grado de tristeza, pero la gran mayoría entiende a la banda internamente y dicen: “Es algo que la banda necesita, listo, estamos con ustedes”. Por eso es una relación tan sana y tan bella la que tenemos con los fanáticos de Lucybell.

Tiene que ver con esa cercanía: no es una banda críptica encerrada detrás de la prensa o de lo que decimos o no decimos. No es una banda que haya que descifrar, más allá de las letras, que ya son interpretativas. Pero esa es la parte artística; la parte personal es una banda bastante abierta en el día a día, en cómo ensayamos, cómo hablamos, cómo nos relacionamos con el fanático y la fanática.

Siento que es una relación tan larga, que se ha ido nutriendo de nuevos y nuevas integrantes en estos últimos años, que hace que se entienda muy bien lo que está pasando musical y energéticamente. Ellos lo entienden así. No hemos necesitado más explicación. Creo que esa misiva que mandamos el primero de enero de este año fue entendida de inmediato. En vez de recibir un “no puede ser, ¿qué va a pasar con nosotros?”, la gran mayoría dijo: “Chiquillos, los apoyamos, sea cual sea la razón”.

—¿Cómo deciden darle este regalo a sus fanáticos, conmemorar un disco tan especial como Peces?

Eduardo: No sé, fue sin querer queriendo, haciendo la alusión. Coincide una cifra de años con los años que lleva el disco Peces. Paradojalmente, se cumplen 30 el mismo año en que estamos tomando la decisión de hacer un receso. Cuando nos dimos cuenta de eso, dijimos que había que celebrar ese disco, pasara lo que pasara. Aunque no hubiera receso, debíamos celebrarlo, porque es una cifra importante. Lo hicimos a los 20; bueno, ahora son 30 años del mismo disco.

Increíble, porque para contar esta historia en dos temporadas: con el primer disco inicia todo, y después termina en un teatro, en un venue gigantesco, lleno. Es como la historia de una película gringa: parten en un bar y terminan a las dos horas tocando en un estadio lleno de fanáticas. Es un arco narrativo muy bonito, un ciclo: el principio, la explosión, el desarrollo y un declive natural de querer ver la vida de otra manera, tanto en lo personal como en lo musical.

-A tan poquitos días de que comience este homenaje a los 30 años de Peces y del receso final, ¿cómo están ustedes?

Claudio: Hay mucha energía en esto. Estamos enfocados en estos dos shows, que tienen que ser y van a ser con una energía, un montaje y una banda sonando increíble. Eso nos tiene muy concentrados: son los dos últimos shows y tienen que ser de nivel, que la gente diga: “Ok, esto es Lucybell”.

—Cote: Siento que cuando la gente va a los conciertos, algo pasa en nosotros también. Sin duda, por algo seguimos haciendo esto por tantos años: vibramos, es un viaje. Hace un rato, el Nico me miró a los ojos y me dijo: “Chiquillos, esta es la última entrevista”. Es un ciclo supergrande, y es bonito que se cumpla aquí con Radio ADN.

—¿Qué pueden esperar la gente que va a estar atenta a lo que pueda suceder después del receso?

Cote: Primero que nada, la música queda. La música de Lucybell está disponible para que la escuchen, la aprecien. Hay un disco en carpeta que sale ahora, Sesión 3000, un disco en vivo, doble vinilo, grabado íntegramente en el Teatro Municipal de Santiago el 18 y 19 de julio de 2024. Salen cuatro canciones nuevas: De este amor no sabrás huir, Peces sin auxilio, Tu espíritu y una cuarta que es sorpresa.

Siento que Lucybell se mantiene en el tiempo. Decimos “Lucibell va a dejar de tocar en vivo”, pero hay un montón de proyectos que tenemos en carpeta: trabajos, curatorías, material audiovisual. Sería una tontera, siendo una banda creativa, no mostrar todo eso en un formato coleccionable. Hemos sido cuidadosos en guardar material.

Revisa la entrevista completa acá:

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