La verdad incómoda sobre los iPhones: ningún dispositivo es infalible ante ciberataques

Desde su lanzamiento en 2007, el iPhone ha marcado un antes y un después en la industria móvil, imponiendo un modelo de usabilidad, diseño y ecosistema cerrado que lo convirtió en uno de los dispositivos más exitosos de Apple.

Solo en 2024, las ventas superaron los 228 millones de unidades, generando más de 201 mil millones de dólares en ingresos. Esta popularidad, sin embargo, lo mantiene bajo el radar de los ciberdelincuentes.

“Estadísticamente, iOS representa casi el 30% del mercado de sistemas operativos móviles, lo que explica por qué Android es el objetivo más común de los cibercriminales. Apple mantiene un control estricto sobre su ecosistema, lo que dificulta la detección de aplicaciones maliciosas en la App Store”, explica André Goujon, gerente general de Lockbits.

Pese a la extendida creencia de que los iPhones son infalibles, expertos en ciberseguridad señalan que ningún sistema operativo es completamente inmune.

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Apple suele lanzar parches de emergencia para corregir vulnerabilidades activamente explotadas, y aunque el ecosistema iOS es más difícil de vulnerar que Android, existen riesgos asociados a apps maliciosas, phishing y ataques de ingeniería social.

De hecho, lo que comúnmente se ofrece como “antivirus” para iPhone no cumple la función tradicional de estos programas, ya que Apple no permite la detección activa de malware en tiempo real.

En su lugar, los usuarios deben adoptar medidas preventivas como mantener el software actualizado, establecer contraseñas complejas con doble autenticación y gestionar cuidadosamente los permisos de las aplicaciones.

Otra práctica clave es evitar redes Wi-Fi públicas no seguras, que pueden ser un terreno fértil para el robo de datos. En caso de necesitarlas, se recomienda el uso de una VPN para cifrar el tráfico. Además, activar funciones como “Buscar mi iPhone” puede marcar la diferencia en caso de pérdida o robo del dispositivo.