Tama, la gata que salvó una línea férrea en Japón y la convirtió en destino turístico
a felina fue nombrada jefa de estación en 2007 y su popularidad impulsó cafés, trenes temáticos y un flujo sostenido de visitantes en la línea Kishigawa.
A 30 minutos del centro de Wakayama, en el vecindario de Kinokawa, una historia felina cambió el destino de la línea férrea Kishigawa. Tras el cierre de la ruta en 2004 por problemas financieros de Nankai Electric Railway, autoridades regionales y locales gestionaron su continuidad y, el 1 de abril de 2006, Wakayama Electric Railway reabrió el servicio. En ese nuevo capítulo apareció Tama, una gata calicó que se convertiría en emblema del ferrocarril.
Según el relato difundido por la compañía, una vecina pidió que la minina pudiera vivir en la estación Kishi tras la reapertura. Dado que las reglas ferroviarias impedían animales en dependencias operativas, el presidente de la empresa, Mitsunobu Kojima, resolvió incorporarla como trabajadora. En enero de 2007, Tama fue nombrada oficialmente jefa de estación de Kishi.
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La felina desempeñó funciones simbólicas y de atención al público: descansaba en una taquilla adaptada como “oficina” y saludaba a pasajeros desde un ventanal o una mesa junto a las boleterías, siempre con gorra y placa identificatoria. Su imagen se volvió el eje de la promoción corporativa y atrajo flujo constante de visitantes, lo que impulsó la apertura de un café temático y una tienda de recuerdos vinculados a la estación.
Para capitalizar la atención turística, la operadora lanzó trenes con identidad propia: el Tren Fresa, el Tren Juguete y el Tamaden, decorado con 101 ilustraciones de la jefa de estación e intervenido con orejas y bigotes en su frontal. El diseño fue encargado al reconocido ingeniero y diseñador Eiji Mitooka. Paralelamente, Tama mantenía un horario de trabajo de martes a jueves entre las 10:00 y las 16:00 horas; los fines de semana la reemplazaba su aprendiz, Nitama.
El fenómeno trascendió el ámbito ferroviario. En 2008 la gata fue distinguida por la prefectura de Wakayama por su aporte al turismo y, en 2011, designada Daimyojin (gran deidad) como mascota oficial de la región, consolidando su rol como símbolo local y atractivo para visitantes nacionales y extranjeros.
Tama falleció el 22 de junio de 2015, a los 16 años, por un fallo cardíaco. Su funeral reunió a más de tres mil personas y, en memoria de su figura, se levantó un pequeño santuario cerca de la estación Kishi, donde viajeros y residentes continúan dejando ofrendas y mensajes de gratitud.
La línea de sucesión felina se mantuvo tras su muerte: Nitama asumió como jefa de estación, seguida luego por Yontama (“Tama Cuatro”). Actualmente, el linaje continúa con Gotama, con el objetivo de sostener la identidad turística de la línea Kishigawa y el vínculo con los pasajeros que hallaron en la historia de Tama un motivo para visitar Kinokawa.
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