Controversia por millonarias compras de alcohol en FF.AA. y Carabineros
Datos de Mercado Público revelan que el Ejército lidera el consumo, con más de $307 millones desembolsados solo en 2025.
19 DE SEPTIEMBRE 2022 /SANTIAGO Efectivos de las fuerzas armadas marchan durante a la Parada Militar 2022 en honor a las Glorias del Ejército. FOTO: LUKAS SOLIS/AGENCIA UNO
Las Fuerzas Armadas y de Orden han desembolsado $389.147.882 en bebidas alcohólicas entre enero y agosto de 2025, según datos disponibles en el portal de compras públicas, sin considerar aún los gastos por Fiestas Patrias y celebraciones de fin de año. El registro incluye destilados, cervezas, vinos, cócteles y espumantes, con un incremento sostenido en los últimos años.
El rubro de mayor gasto corresponde a los destilados, con $220.163.581, seguido por cervezas ($99.876.678), vinos ($37.344.028), cócteles ($27.757.291) y espumantes ($3.990.233). En los últimos cinco años, el desembolso total en alcohol de Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Carabineros asciende a $2.221 millones, cerca de 2 millones de dólares.
El Ejército lidera la lista con $1.484 millones acumulados desde 2021, seguido por la Fuerza Aérea ($356 millones), Carabineros ($334 millones) y la Armada ($46 millones). El año 2024 marcó un récord, con un gasto total de $728.835.898, casi el cuádruple de lo registrado en 2021, publica El Mostrador.
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Desde el Ejército explicaron que las compras están amparadas por la Ley de Bienestar 18.712, que regula el funcionamiento de clubes militares y casinos de unidades, financiados con recursos internos y no con fondos públicos. La Fuerza Aérea, la Armada y Carabineros no respondieron directamente a las consultas o derivaron las solicitudes a la Ley de Transparencia.
El detalle histórico revela que el Ejército y la Fuerza Aérea concentran la mayor parte del gasto en destilados y vinos, mientras que Carabineros privilegia los licores y registra compras significativas de vino, y la Armada mantiene un consumo más acotado, con un aumento importante en 2025.
El gasto en bebidas alcohólicas de las instituciones armadas y policiales ha sido objeto de controversia en ocasiones anteriores, como en el periodo de 2010-2014 bajo la gestión de Juan Miguel Fuente-Alba, investigado en el marco del caso Milicogate, y en 2018, cuando se reveló que un proveedor había facturado más de $2.200 millones en licores y bebidas para distintos organismos del Estado.