De la feria a Europa: joven de Bajos de Mena exporta artesanías hechas con hojas de choclo
“Un día vi muchas hojas de choclo tiradas y algo se me encendió en la cabeza”, comentó la emprendedora de 26 años.
Ana Carolina Segura (26) se hizo conocida por recolectar hojas de choclo botadas en la feria, lavarlas y transformarlas en cintillos, flores y muñecas que empezó vendiendo a luca. Hoy, ese mismo trabajo la llevó a exportar a Europa y presentar su marca en ferias internacionales, incluyendo España.
Todo comenzó cuando tenía 17 años y regresó a vivir a Chile junto a su madre, Sandra Viteri. “Cuando llegamos, nuestra casa estaba tomada. Una vecina vivía ahí hacía años sin pagar ni luz ni agua, y había una deuda de ocho millones de pesos”, relata Ana a LUN.
Durante casi un año vivieron hacinadas en una pieza prestada, sin poder usar la ducha ni cocinar. “Bajamos mucho de peso. Con $5.000 para dos personas no se puede vivir”, recuerda.
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Para subsistir, madre e hija recogían lo que sobraba al final del día en la feria. Y fue precisamente ahí donde nació la idea. “Un día vi muchas hojas de choclo tiradas y algo se me encendió en la cabeza. Recordé lo que me había enseñado mi mamá cuando era niña”, cuenta Ana. Así empezó a lavar y secar las hojas botadas para transformarlas en cintillos, muñecas y flores que vendía a mil pesos.
Le cambió la vida
En poco tiempo logró juntar lo suficiente para arrendar una pieza más amplia. “Fue como volver a respirar”, comenta. Pero no se detuvo ahí: decidió estudiar Ingeniería en Administración de Empresas en el AIEP de San Joaquín.
“Pensé: si sé manejar bien el dinero, cualquier negocio puede funcionar”. Allí postuló su emprendimiento —Carolina Flowers— al Premio Impacto Social, lo ganó, y recibió formación en ventas, logística y desarrollo de negocio. Eso le dio visibilidad y empezaron a llegar pedidos desde el extranjero.
Hoy, Ana exporta sus creaciones a través de ProChile y la Cámara de Comercio, y ya envió su primer cargamento a los Países Bajos. Participó en la Art Fair de Jerusalén y hace unos días presentó su marca en Madrid. “Ahora ya no necesito estar en un lugar para vender. Tengo clientes afuera y sigo haciendo piezas desde aquí”, cierra.
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