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“Cuando volví a Chile entré en depresión; pensé que no iba a volver a jugar al nivel que yo quería”

El tenista chileno Nicolás Jarry se sinceró por los problemas que sufrió producto de una neuritis vestibular. “Fue el peor semestre de mi vida”, aseguró.

“Cuando volví a Chile entré en depresión; pensé que no iba a volver a jugar al nivel que yo quería”

“Cuando volví a Chile entré en depresión; pensé que no iba a volver a jugar al nivel que yo quería” / Zhe Ji

Nicolás Jarry, actual número 1 de Chile, confesó que tuvo depresión el año pasado al verse afectado por una neuritis vestibular, enfermedad que puede causar vértigo, náuseas y problemas de equilibrio. Con ella, el tenista chileno sufrió un fuerte bajón en su rendimiento, pasó varios meses sin ganar y se derrumbó en el ranking ATP.

“Fue muy difícil, el peor semestre de mi vida. Había doctores que decían que esto sería rápido y en tres semanas estaría listo. Después decían un mes, tres meses, cuatro, y siempre con una incertidumbre falsa. El peak fue en el US Open, donde muchos doctores decían que ya iba a estar bien, pero llegó el partido y seguía muy mal”, señaló el “Nico” en diálogo con El Mercurio.

“Cuando volví a Chile entré en depresión, no tenía ganas de salir de la cama y tuve que hablar con mi psiquiatra para empezar a tomar algo que me ayudara”, reconoció Jarry, quien hoy figura en el puesto 100 del ranking ATP.

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“¿Si pensé en el retiro? No, jamás. Pero en esos minutos oscuros pensé que quizás no iba a volver a jugar al nivel que yo quería”, aseguró el deportista de 29 años.

Además, el tenista nacional destacó que su esposa y sus hijos fueron claves en su lucha contra la depresión. “No tenía ganas de salir de la cama y menos de ir al gimnasio, mejorar y sentirme fuerte. Fue una pelea constante, diaria, y Laura (su esposa) me ayudó a aceptarla y a descargarme con ella. Me ayudó a pasarlo bien en los viajes, a hacer cosas entretenidas con la familia y a disfrutar viendo cómo crecen mis hijos, llevarlos al parque y pasar tiempo con ellos cuando internamente sentía todo ese dolor. Sin ellos no habría salido adelante”, afirmó.

Por último, Nicolás Jarry abordó su actual estado de salud. “La enfermedad todavía no se ha ido, pero creo que estoy en una recta final donde ya no siento que me afecte en el día a día. Trabajé con una chica francesa experta en neurociencia ocular vestibular, hice cuatro horas de pruebas de aspectos de visión, balance y percepción y estoy esperando los resultados para saber en detalle lo que necesito trabajar para dejar atrás esta lesión”, concluyó.

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