Fin a la tarjeta de coordenadas: la norma de la CMF que obliga a los bancos a eliminar el sistema en Chile entra en vigor muy pronto
“Pertenecen a una lógica de autenticación estática, desconectada de los riesgos reales de cada operación”, dice sobre el plástico un experto en el tema.

Fin a la tarjeta de coordenadas: la norma de la CMF que obliga a los bancos a eliminar el sistema en Chile entra en vigor muy pronto / ADN.cl
Aunque formó parte del ecosistema bancario durante años, su fin está cerca. La tarjeta de coordenadas, que ha sido fundamental para autorizar transacciones entre los clientes de distintas instituciones, tiene los días contados en los lados donde aún funciona.
A mediados de junio la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) difundió la norma de carácter general N°538 con "instrucciones relativas a estándares mínimos de seguridad y de autenticación a los bancos, sociedades de apoyo al giro, empresas emisoras de tarjetas de pago y cooperativas de ahorro y crédito".
Entre los puntos que se abordan en el texto, se planteó la obligatoriedad de “implementar mecanismos de autenticación reforzada” para comprobar la identidad del usuario o la validez de la utilización de un medio de pago.
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Todo aplica desde este viernes 1 agosto. Antes de eso, han surgido distintos mensajes. “Estimado cliente: Según la norma de Carácter General N°538 (CMF) desde el 1 de agosto no podrás autorizar transacciones en línea con tu tarjeta de coordenadas (Digicard). Descarga la app Mi Pass y sigue operando con seguridad", se lee en el sitio del Banco de Chile. Otros nombres como el Banco Santander ya hicieron la transición.
“Responde a una necesidad estructural del sistema financiero chileno”, dice a ADN.cl Lucas Souza, Head of KVZ Labs de Kuvasz Solutions, empresa que diseña arquitecturas de medios de pago y sistemas transaccionales.
“Las tarjetas de coordenadas pertenecen a una lógica de autenticación estática, desconectada de los riesgos reales de cada operación. Al eliminarlas, los bancos no solo fortalecen sus barreras técnicas, sino que abren espacio para una gestión más inteligente de los datos que fluyen en cada interacción”, complementa Sebastián de la Fuente, Gerente de Producto de Ionix, expertos en desarrollo de soluciones digitales para el mundo financiero transaccional.
“Las tarjetas de coordenadas son particularmente vulnerables a ataques de phishing, malware y técnicas de man-in-the-middle”, advierte Souza. “Además, desde el punto de vista operativo, se elimina la dependencia de elementos físicos no revocables, lo que reduce los costos de distribución y soporte, y habilita experiencias de usuario más fluidas”, añade.
Zady Parra, subgerente operacional y de seguridad de Zenta Group, firma que desarrolla soluciones de ciberseguridad bancaria, dice a este medio un par de métodos que serían aún más seguros para dejar atrás el plástico.
“Hablamos de integrar soluciones como biometría pasiva, autenticación basada en comportamiento (behavioral biometrics), validación por riesgo transaccional y, en paralelo, reforzar con tokens OTP temporales o credenciales FIDO2 cuando sea necesario”, postula.
“La clave está en que estos métodos sean invisibles para el usuario cuando no hay riesgos, pero se activen y escalen dinámicamente cuando se detecta una anomalía. Esa lógica adaptativa es lo que permite balancear seguridad con usabilidad”, concluye Parra.
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