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No fue el hambre, fueron balas: la muerte de un joven en el corredor de ayuda humanitaria en Gaza

Las lluvias de balas interrumpen incluso las colas por alimentos en medio del colapso humanitario en la Franja de Gaza, donde se contabilizan más de 59 mil fallecidos.

No fue el hambre, fueron balas: la muerte de un joven en el corredor de ayuda humanitaria en Gaza

No fue el hambre, fueron balas: la muerte de un joven en el corredor de ayuda humanitaria en Gaza / Getty IMagen

Cuando Abdullah Omar Jendeia se levantó la mañana del 20 de julio, lo hizo con un solo propósito: conseguir algo de comida. En la casa deteriorada de su madre en al-Sabra, en el corazón de la Franja de Gaza, no quedaban más que unas pocas lentejas. Su hermana Nadreen le pidió que se conformara con eso, que no saliera. Pero Abdullah, de 19 años, insistió. Iba decidido a caminar más de cinco kilómetros hacia el norte, donde cada semana, si la suerte acompañaba, un camión de ayuda humanitaria repartía harina a quienes lograban llegar primero.

A las cuatro de la tarde salió junto a dos hermanos y varios cuñados. Iban ligeros de equipaje pero cargados de esperanza. Lo último que supo Nadreen fue a través de una llamada telefónica, muchas horas después. Su hermano Mahmoud, herido, le informó que Abdullah había muerto. Según su relato, cuando esperaban junto al camión de ayuda humanitaria, soldados israelíes abrieron fuego repentinamente en el corredor de Netzarim, una zona militarizada que divide el norte y el sur del enclave.

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“Era amable, divertido... le encantaba el fútbol y soñar con negocios que abriría después de la guerra”, dice Nadreen. Su voz se quiebra al recordar los paseos que compartían por la playa de Gaza, antes de que la guerra lo convirtiera todo en ruinas.

La muerte de Abdullah es una entre tantas. Ese mismo día, la agencia de defensa civil de Gaza, bajo control de Hamás, reportó 93 muertos y decenas de heridos, muchos cerca de zonas de reparto de ayuda. Las cifras, imposibles de verificar de forma independiente, pintan un cuadro de caos. La ONU advierte de un “deterioro acelerado” de las condiciones humanitarias, mientras la Organización Mundial de la Salud calcula que al menos el 10% de los habitantes de Gaza sufre desnutrición aguda. Las agencias hablan de “hambruna masiva”.

El Ministerio de Salud de Gaza, también administrado por Hamás, confirmó dos nuevas muertes por hambre en las últimas 24 horas. Israel, sin embargo, niega responsabilidad. Un portavoz del gobierno señaló a Hamás como culpable de la escasez, acusándolo de secuestrar la ayuda humanitaria y manipular la información.

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Franja de Gaza / Anadolu

Las Fuerzas de Defensa de Israel, consultadas sobre el caso de Abdullah, respondieron que estaban trabajando para desmantelar la capacidad militar de Hamás y que hacían todo lo posible para mitigar el daño a la población civil. Afirmaron que podrían “atender mejor la solicitud” si se proporcionaran las coordenadas exactas del incidente. En relación con un evento en el norte de Gaza, señalaron que las tropas realizaron “disparos de advertencia” para enfrentar una amenaza inmediata, aunque cuestionaron el número de víctimas reportado, narra BBC Mundo.

Abdullah soñaba con abrir un negocio tras la guerra. Pero la guerra no terminó. Y a él no lo dejó volver.

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