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La “madre del apocalipsis” no verá la luz: Lori Vallow Daybell recibe su segunda cadena perpetua

Conspiraciones, muertes y delirios religiosos marcan el fin judicial de una historia tan real como escalofriante.

Lori Vallow Daybell

Lori Vallow Daybell

Vestida con un uniforme naranja y la mirada fija en algún punto que solo ella parecía ver, Lori Vallow Daybell escuchó sin inmutarse su segunda condena a cadena perpetua. No hubo lágrimas ni remordimiento. Solo palabras sueltas sobre las condiciones de la cárcel y quejas al sistema legal que, según ella, le falló. Pero para las familias de Charles Vallow y Brandon Boudreaux, dos hombres marcados por una conspiración mortal, fue justicia, aunque tardía.

La Corte de Arizona cerró otro capítulo de una historia tan compleja como perturbadora. Esta vez, la sentencia fue por conspirar para asesinar a su exmarido y al exesposo de su sobrina. Ya cumplía cadena perpetua en Idaho por la muerte de sus dos hijos menores y la esposa de su pareja, Chad Daybell. Ahora, con esta nueva condena, Lori Vallow Daybell no volverá a caminar libre. “Nunca deberías salir de prisión”, sentenció el juez Justin Beresky, en una audiencia cargada de dolor.

Vallow Daybell representó su propia defensa en ambos juicios, como si pudiera reescribir la historia desde la banca de los acusados. Pero los hechos fueron contundentes: detrás de su rostro sereno y su discurso religioso había un rastro de sangre. Según la fiscalía, planificó los asesinatos junto a su hermano Alex Cox, quien en 2019 mató a tiros a Charles Vallow y más tarde intentó —sin éxito— asesinar a Boudreaux. Todo por dinero y un nuevo comienzo junto a Daybell, autor de novelas apocalípticas y figura central en su delirio espiritual.

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En la audiencia, los familiares tomaron la palabra. Colby Ryan, su único hijo sobreviviente, la enfrentó a través de una videollamada: “Tuve que luchar para seguir vivo después del dolor que dejaste”. El hermano de Charles Vallow fue más duro: “Escribiste tu propia historia de ficción, y la escribiste con sangre”.

La historia de Lori Vallow parece sacada de un thriller religioso de mal gusto: afirmaba que sus víctimas eran zombis poseídos por espíritus malignos. Declaró que Charles ya no era él, sino un ser ajeno atrapado en su cuerpo. Los fiscales revelaron que usó esa creencia como justificación para eliminar obstáculos. También afirmaron que compró teléfonos desechables, inventó coartadas y facilitó el uso del Jeep desde el cual dispararon contra Boudreaux.

Durante el juicio, Boudreaux declaró que aún vive con miedo. Que se ocultó con sus hijos después del intento de asesinato. Que su exesposa Melani Pawlowski, sobrina de Vallow Daybell, comenzó a asistir con ella a reuniones religiosas en 2018 y le hablaba de almacenar comida para el fin del mundo.

Con esta nueva sentencia, Lori Vallow Daybell regresa a la prisión de Idaho, donde cumple su primera condena. El mundo la recordará como “la madre del apocalipsis”, una figura trágica que cruzó los límites del fanatismo, el ego y la destrucción. Y aunque la atención mediática, como dijo el juez, eventualmente se disipe, el daño que dejó detrás sigue ahí. En tumbas, en ausencias, en hijos que tuvieron que aprender a sobrevivir sin respuestas.

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