“En todos lados...”: la explicación de Carabineros ante la identidad falsa del sicario liberado por error

Este viernes, Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) confirmaron que el joven acusado de asesinar a un comerciante del barrio Meiggs usaba una identidad falsa. Se trata de Carlos Alberto Mejía Hernández, ciudadano venezolano de 19 años, quien se hacía pasar por Osmar Alexander Ferrer Ramírez.

Según explicó la policía, cuando fue detenido por personal del OS9 de Carabineros, Mejía se encontraba en situación migratoria irregular y había logrado construir una identidad consistente como Ferrer: vecinos, conocidos y hasta la conserjería del edificio donde residía lo reconocían por ese nombre.

Sin embargo, al ser arrestado, se le tomaron las huellas dactilares, que fueron enviadas a la Interpol a través de la PDI. Fue ese análisis el que permitió descubrir su verdadera identidad.

El sospechoso fue formalizado por el homicidio ocurrido en Ñuñoa el pasado 19 de junio, pero quedó en libertad tras un error administrativo que aún está siendo investigado por la Fiscalía y la Corte Suprema. Su liberación generó una fuerte controversia entre el Poder Judicial y Gendarmería.

Actualmente, Mejía Hernández se encuentra prófugo y es buscado en 196 países. Las autoridades lo consideran un individuo de alta peligrosidad, con vínculos con el crimen organizado transnacional. La ficha de búsqueda difundida por las policías destaca un tatuaje del dios Zeus en su mano derecha como rasgo distintivo.

“Este individuo representa un alto peligro para la seguridad pública”, señala la alerta emitida por las autoridades, que solicita colaboración ciudadana para dar con su paradero. Cualquier información puede ser reportada a los números de emergencia 133 o 134.