El castigo que podrían arriesgar los parlamentarios “díscolos” en el nuevo sistema político
Entre los puntos del proyecto de reforma al sistema político que el Gobierno entiende que tendrían mayor respaldo están los límites a la formación de partidos y qué ocurre con los parlamentarios que renuncien a su militancia.
El pasado 30 de junio, el Gobierno ingresó un proyecto de ley que reforma al sistema político y que busca modernizar el marco regulatorio y generar incentivos para avanzar a partidos más representativos.
La iniciativa, que ingresó por el Senado, busca modernizar los requisitos en la constitución de partidos, refuerza el rol de los comités parlamentarios y modifica las normas de financiamiento. Esto busca fomentar una mayor gobernabilidad para el país.
Entre los puntos del proyecto de reforma al sistema político que el Gobierno entiende que tendrían mayor respaldo están los límites a la formación de partidos y qué ocurre con los parlamentarios que renuncien a su militancia.
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La reforma establece nuevas barreras de entrada y formas de financiamiento, que se ha convertido en un incentivo perverso para formar partidos políticos, ya que reciben aportes permanentes del Servicio Electoral (Servel).
Una norma propuesta hace más rígida la formación de un partido: se propone un 0,5% de las firmas del padrón completo y no el 0,25% de los que votaron la última vez, como es ahora.
Para crear un partido, el proyecto pide estar inscrito también en ocho regiones, no contiguas. Y no tres regiones contiguas, como ahora. Además, una restricción impediría a los “fundadores” del partido ser candidatos durante cuatro años por otro partido.
Límite a los “díscolos”
Una norma vigente que impide a los partidos fusionarse entre la elección y la calificación de la elección. Doce partidos desaparecieron en los últimos años.
Había 21 partidos con representación parlamentaria, pero se disolvieron 12. Un total de 33 parlamentarios han renunciado (26 diputados y 7 senadores) y seis partidos nuevos con parlamentarios en ejercicio se han formado durante el mandato.
Una de las ideas que gana fuerza en esta iniciativa es limitar que los militantes que renuncien a un partido. Quienes lo hagan podrían perder su cupo parlamentario.
El independiente que es elegido en lista debe tener la obligación de permanecer en la bancada de los partidos con los que fue a la elección. Si no, también pierde el escaño.
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