“Educar también es acompañar”: Las 5 preguntas que recomienda un psicólogo para reconectar con tus hijos

Muchos padres experimentan en algún momento una desconexión emocional con sus hijos. Lo que antes era una relación fluida y cercana puede transformarse, de forma súbita o progresiva, en distancia, respuestas breves y silencio.

Según el psicólogo y divulgador Álvaro Bilbao, esta brecha no es inevitable, y puede cerrarse con una herramienta poderosa: saber escuchar a través de cinco preguntas clave.

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Estas preguntas, señala el especialista, no son fórmulas mágicas, pero sí una oportunidad concreta para abrir espacios de confianza, fortalecer la relación y reconstruir el vínculo afectivo. Formuladas desde la honestidad y la apertura, buscan que los hijos se expresen sin miedo a ser juzgados, public ala revista Men’s Health.

Las cinco preguntas para reconectar

1. ¿Hay algo que te gustaría que hiciéramos más como familia? Esta pregunta invita a reflexionar sobre el tiempo compartido. Cosas simples como pasear, jugar o comer sin pantallas pueden marcar una gran diferencia en cómo los hijos perciben su lugar dentro del núcleo familiar.
2. ¿Hay algo que hago que te asuste o te haga sentir mal? No siempre es fácil oír la respuesta, pero esta pregunta abre un espacio para identificar y corregir actitudes que puedan generar dolor o incomodidad. También enseña que expresar emociones difíciles es legítimo.
3. ¿Qué debería hacer más contigo como padre o madre? Este enfoque permite al hijo ser guía por un momento. La respuesta puede revelar necesidades no expresadas, como compartir más tiempo o recibir mayor contención emocional.
4. ¿Hay algo que te dé vergüenza contarme pero que te gustaría que supiera? La adolescencia suele estar cargada de inseguridades. Esta pregunta abre la puerta a conversaciones íntimas y refuerza la idea de que los padres pueden ser un espacio seguro incluso en momentos de confusión.
5. ¿Qué es lo que más te gusta de ti? Conocer cómo los hijos se ven a sí mismos es clave para reforzar su autoestima. Esta pregunta cambia el foco desde los problemas hacia sus fortalezas y lo que valoran de su propia identidad.

Bilbao recuerda que estas preguntas no deben convertirse en un interrogatorio, ni esperar respuestas inmediatas. Se trata de sembrar un terreno fértil para la confianza y el encuentro emocional. “Educar también es acompañar, conocer y ser un refugio”, afirma el psicólogo.