Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia Católica se encamina hacia un nuevo cónclave, donde los cardenales del mundo deberán elegir a su próximo líder espiritual.

Aunque el viejo adagio reza que “quien entra al cónclave como papa, sale como cardenal”, ya hay nombres que concentran las principales miradas y apuestas como posibles sucesores del pontífice argentino.

A continuación, los nombres que suenan con más fuerza:

Jean-Marc Aveline (66) – Francia

El arzobispo de Marsella ha sido catalogado como un continuador del legado de Francisco, especialmente por su postura abierta hacia los migrantes y su cercanía con el mundo islámico. De origen argelino-español, su perfil teológico e intelectual, sumado a su gestión pastoral, lo posicionan como un papabile fuerte, aunque su desconocimiento del italiano puede jugar en su contra.

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Peter Erdö (72) – Hungría

Considerado un puente entre conservadores y progresistas, Erdö tiene una larga carrera eclesiástica y es experto en derecho canónico. Aunque ha mostrado posturas conservadoras, como su negativa a recibir refugiados en 2015, también ha sabido evitar enfrentamientos con Francisco. Habla varios idiomas y su perfil sobrio podría calzar con quienes busquen un pontificado menos disruptivo.

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Mario Grech (68) – Malta

Secretario general del Sínodo de los Obispos, Grech es un rostro destacado del sector reformista del Vaticano. Aunque tuvo posturas conservadoras en el pasado, ha sido un defensor abierto de incluir a personas LGBTIQ+ y de adaptarse a los cambios sociales. Su cercanía con el Papa Francisco podría tanto beneficiarlo como limitar su margen en caso de que el cónclave busque un giro de rumbo.

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Juan José Omella (79) – España

Afín a Francisco, este arzobispo de Barcelona ha trabajado con fuerza en justicia social y pastoral popular. Fue parte del consejo asesor del pontífice y ha destacado por su humildad y cercanía con los sectores más vulnerables. Sin embargo, su edad avanzada podría restarle opciones.

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Pietro Parolin (70) – Italia

Actual secretario de Estado del Vaticano, es visto como una figura de consenso. Diplomático de carrera, ha liderado negociaciones clave con China y Vietnam. Aunque no ha sido protagonista en debates morales y sociales, su experiencia institucional lo convierte en una opción de equilibrio entre modernización y tradición.

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Luis Antonio Gokim Tagle (67) – Filipinas

Popularmente conocido como el “Francisco asiático”, su carisma, humildad y sintonía con los valores del actual papado lo posicionan como uno de los favoritos. Fue trasladado al Vaticano en 2019 y ha ocupado cargos de peso. Su rol en Caritas Internationalis, sin embargo, quedó marcado por la crisis de gobernanza en 2022, pese a no estar implicado directamente.

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Joseph Tobin (72) – Estados Unidos

Progresista y con sólida trayectoria en el servicio eclesial y diplomático, Tobin es reconocido por su postura inclusiva con personas LGBTIQ+ y por su liderazgo en la crisis de abusos sexuales. Si bien es poco probable que el Vaticano opte por un papa estadounidense, su nombre sigue en la baraja.

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Matteo Zuppi (69) Italia

es visto como una continuidad natural del legado de Francisco. Con un fuerte perfil social, ha trabajado por la paz en Mozambique y se ha involucrado activamente en misiones diplomáticas por el conflicto en Ucrania.

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 Peter Kodwo Appiah Turkson (76) Ghana

Desde orígenes humildes en un pequeño pueblo africano, el cardenal Peter Turkson ha alcanzado grandes logros en la Iglesia, lo que lo convierte en un posible candidato a ser el primer papa del África subsahariana.

Combina una larga trayectoria pastoral atendiendo a congregaciones en Ghana con experiencia práctica al frente de varios departamentos del Vaticano, además de destacarse por sus sólidas habilidades comunicativas.

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Con más de un centenar de cardenales electores convocados al próximo cónclave, la elección del nuevo líder de la Iglesia católica será clave para definir si continúa el camino reformista iniciado por Francisco o si se opta por una figura más conservadora. Mientras tanto, el mundo católico aguarda con expectación.