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Fabrizio Copano revela las dificultades que enfrentó “El Antídoto”, programa que hoy es comparado con “Detrás del Muro”

En el marco del éxito que hoy tiene el espacio humorístico liderado por Kike Morandé en CHV, el humorista fue consultado sobre cómo fue sacar adelante su apuesta televisiva.

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El Antídoto, conducido por Fabrizio Copano, fue una de las principales apuestas de Mega en 2024. El programa trajo de vuelta la comedia en vivo a la televisión chilena y logró un buen inicio, pero con el tiempo la audiencia comenzó a disminuir.

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Ahora, su cierre es comparado con el éxito de Detrás del Muro, el programa humorístico de CHV liderado por Kike Morandé, que mantiene un estilo políticamente incorrecto y cuenta con rostros icónicos de Morandé con Compañía.

En una conversación con La Tercera, el humorista hizo un análisis sobre su paso por Mega, abordando los desafíos que enfrentó durante su participación en el proyecto.

Para él, uno de los mayores obstáculos fue conectar con la audiencia televisiva tradicional, ya que debían equilibrar un contenido que fuera atractivo para distintos rangos etarios.

Un desafío profesional y personal

El comediante explicó que su experiencia en el programa estuvo marcada por la exigencia de los viajes constantes entre Chile y Estados Unidos, lo que afectó su bienestar físico y emocional.

Fue un proyecto duro. O sea, fue complicado, principalmente porque tenía un peso viajar, un peso físico de tomar un vuelo, grabar tres capítulos, hacer uno en vivo, después volver”, afirmó.

Mis hijos estaban muy chiquititos, yo tengo unos mellizos que tenían menos de un año cuando empezamos. Además, era un programa que era muy difícil, había que armar un equipo nuevo”, añadió.

Tras ello, destacó el desafío de mezclar diferentes generaciones de comediantes y tratar de lograr una dinámica que funcionara para el público televisivo.

“Y también como con todo esto de volver a hacer tele, que es un formato que hoy día es para gente mayor, con gente más joven atrás. O sea, estaba Pedro Ruminot, el equipo de El sentido del humor, intentamos meter gente nueva en pantalla, mezclarlo también con rostros más reconocidos para el público que estaba en ese horario”, expuso.

“Y claro, como poniéndole la voluntad para que eso cuajara. Era muy difícil, que todos estos elementos en tan poco tiempo… Como que se formara algo”, agregó.

A pesar de las dificultades, Copano valoró la experiencia como un aprendizaje importante en su carrera.

“Pero al final del día, si uno no aprende de las decisiones que uno toma, ahí uno se equivoca. Y repito un poco la idea de tomar riesgo nomás”, explicó.

“Era un riesgo, aprendí un montón de cosas, todas esas me hacen tomar nuevas decisiones en esta nueva etapa que estoy armando y me tienen muy contento”, complementó.

El impacto emocional y familiar

El conductor del programa también enfrentó un difícil momento personal mientras se encontraba en El Antídoto, ya que su padre atravesaba problemas de salud y finalmente falleció.

“No me arrepiento de nada más que de haber puesto quizá mucho de mi propio cuerpo en estos viajes. Además, mi viejo estaba enfermo, luego falleció. Lo único que me arrepentiría es de haberme puesto en esto en un momento tan vulnerable, emocional y físico”, aseguró.

Quizás si lo hubiese hecho en un momento más con la cabeza, con más espacio mental, hubiese tenido también más capacidad de reacción. Pero nada, así es tomar riesgo y así es jugársela nomás y ver qué pasa. Así que en ese sentido, entretenido”, adicionó.

Respuesta a las críticas por el tipo de humor

Uno de los cuestionamientos que recibió El Antídoto fue su estilo de humor, el cual fue calificado como “comedia woke” o “humor de Ñuñoa”. Frente a estas críticas, el humorista aclaró que el programa buscó integrar distintos estilos cómicos.

Bueno, era una crítica que yo creo que estaba incluso desde antes que existiera el programa. Era como que se decidió eso, yo creo que mucho antes, porque si uno se sentaba a ver había de todo“, planteó.

“Por eso se llamaba El Antídoto, porque la idea de que podías ver a Álvaro Salas con Lucho Slimming cagados de la risa y dijeras ‘oh, no existe el humor clásico y el humor Ñuñoa, existe el humor nomás’”, continuó.

El comediante también criticó la tendencia a dividir el humor en categorías enfrentadas y afirmó que su intención nunca fue participar de esa dicotomía.

“Y todos nos reímos de un chiste de Álvaro Salas, así como nos reímos de un chiste de Lucho Slimming o un chiste de Paloma Salas. Lo que es chistoso, es chistoso nomás, esa era la tesis“, sentenció.

"Pero claro, nadie quería eso, sino que querían como que esto es una pelea entre el stand up contra estos. Porque claro, ese es como el tiempo en que vivimos nomás, donde hay que elegir un equipo de fútbol, pero yo no creo en eso y al final del día me da lo mismo”, concluyó.

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