“Mi papá se emparejó con otra mujer y se fue, nos abandonó”

Felipe Gutiérrez, retirado del fútbol profesional desde mayo pasado, reveló duras situaciones que vivió cuando era niño. El ex Universidad Católica y campeón de América con La Roja habló de una infancia “de pobreza” y del abandono de su padre.

“Yo tuve una infancia complicada, de carencias. De pobreza, para decirlo claramente. Sabía que para la Navidad no tendría regalos y que se comía lo que había cuando había (...) Siempre viví en forma humilde, aunque todo se extremó cuando mi papá nos abandonó”, señaló el exjugador nacional en diálogo con LUN.

“Yo nací en Viña, pero por trabajo mi papá nos llevó a Lautaro, en la Novena Región. Me acuerdo que estuvimos un par de años en familia con mi mamá y mi hermano Orlando, pero mi papá se emparejó con otra mujer y se fue. Nos abandonó”, comentó el otrora volante.

En esa línea, explicó que su padre estuvo “dos años ausente, pero después hubo cierto acercamiento. Él se encargó de pagar un internado para mí y otro para Orlando, pero nada más. La casa la sostenía mi mamá y a duras penas porque le pidió trabajo a un ex jefe de mi papá y le dieron pega como manipuladora de alimentos, es decir, se encargaba de la cocina de un colegio y ganaba el sueldo mínimo de ese entonces: 98 mil pesos”.

“Mi hermano y yo comenzamos a bajar de peso. El problema era durante los meses en que no había colegio, porque ahí era donde nos daban desayuno y almuerzo. En el verano, a veces íbamos a Quintero donde mis abuelos nos alimentaban”, agregó el “Pipe” sobre las carencias que sufrió en aquella época.

“Sufrimos harto en lo material, pero fue más fuerte sentirme abandonado”

Tras recordar todo lo que vivió cuando era niño, Felipe Gutiérrez aseguró: “Pese a que las sufrimos harto en lo material, siento que fue más fuerte y complejo sentirme abandonado”.

“Viviendo en un pueblo chico y pobre como Lautaro, las posibilidades de soñar eran nulas. Nunca pensé que podía ser médico o abogado, o nada. El fútbol tampoco era una opción”, reconoció el ex mediocampista, quien de pequeño comenzó a jugar fútbol para olvidarse, por un rato, de su compleja realidad.

“Yo simplemente jugaba a la pelota para evadirme. Jugar una pichanga en la calle permitía evadirme del abandono y la pobreza. No lo hacía para tener una profesión. Mi mamá nos incentivó a jugar a la pelota para no caer en los vicios porque, si no era el fútbol, la alternativa era la droga y el alcohol”, afirmó.

Por último, Felipe Gutiérrez contó que se insertó de lleno en el fútbol cuando su madre se emparejó y volvieron a Viña del Mar. Ahí, la pareja de su mamá lo ayudó económicamente para que ingresara a las inferiores de Everton.

Actualmente, el exfutbolista de 34 años tiene tres hijos y desde hace una década que está casado con su esposa, Carla Rejano. “Hoy mis hijos, por suerte, no pasan lo que yo pasé. Pero con mi señora estamos muy preocupados de enseñarles que en la vida todo cuesta y que hay que dar gracias por lo que se tiene”, añadió.