Un reciente informe del Observatorio de Derechos de la Defensoría de la Niñez aborda la salud mental de las adolescencias LGBTIQA+ en Chile, evidenciado preocupantes índices de vulnerabilidad, destacando factores estructurales y sociales que agravan su situación. A pesar de avances legislativos y normativos, como la Ley 21.331 sobre protección en salud mental y la Ley 21.120 de identidad de género, la implementación de políticas públicas aún resulta insuficiente para atender sus necesidades.

Contexto legislativo y normativo

En los últimos años, Chile ha desarrollado un marco normativo enfocado en las adolescencias LGBTIQA+. La Ley 21.331 establece la obligación de abordar las afectaciones de salud mental provocadas por violencia y discriminación desde un enfoque de género y derechos humanos. Asimismo, la Ley 21.430 garantiza el derecho a la salud integral y promueve la identificación de grupos vulnerables para adoptar medidas que reduzcan la discriminación.

En materia educacional, destacan las circulares del Ministerio de Educación:

• Circular N°812 (2021): resguarda la identidad de género en establecimientos educacionales.
• Circular N°707 (2023): promueve la igualdad de trato y no discriminación, capacitando a las comunidades educativas.

Además, el programa Crece con Orgullo, dirigido a personas trans y no conformes con su género de entre 3 y 17 años, busca brindar apoyo familiar, afirmación de género e inclusión en el entorno escolar.

Alarmantes indicadores de salud mental

El informe revela un escenario crítico en la salud mental de adolescentes, con mayor impacto en la comunidad LGBTIQA+:

• Tasa de suicidio: Entre 2021 y 2022, el suicidio en adolescentes entre 14 y 17 años aumentó un 44%, cifra que se mantuvo estable en 2023.
• Comportamientos suicidas: Adolescentes LGBTIQA+ tienen siete veces más probabilidades de presentar comportamientos suicidas en comparación con sus pares heterosexuales y cisgénero.
• Consulta de adolescentes (14-17 años): Los problemas más reportados son:
  Ansiedad (93%).
  Depresión (92%).
  Autolesiones (78%).
  Suicidabilidad (72%).
  

La Segunda Encuesta Nacional de Polivictimización (2023) evidenció que el 35,7% de adolescentes que no se identifican con un género sienten que “no vale la pena vivir”, frente al 18,5% de quienes sí lo hacen.

Factores determinantes y “estrés de minorías”

Expertos sostienen que el deterioro de la salud mental en las adolescencias LGBTIQA+ se relaciona con el “estrés de minorías”, un concepto desarrollado por el psiquiatra Ilan Meyer en 2003. Este estrés es producto del estigma, prejuicio y discriminación que generan un entorno social hostil, intensificando los problemas de salud mental y manteniendo a las personas en un estado de alerta constante.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) posiciona a Chile en el cuarto lugar en la región con mayor tasa de suicidio, con 11 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la tercera causa de muerte entre personas de 10 a 25 años.

Necesidades y perspectivas de las adolescencias LGBTIQA+

El proceso de investigación incluyó entrevistas a expertos de instituciones como el Minsal, la Fundación Todo Mejora y OTD Chile, además de grupos focales con adolescentes LGBTIQA+ de liceos emblemáticos. Entre las demandas más urgentes destacan:

• Implementación de políticas públicas integrales y participativas que consideren sus experiencias.
• Acceso a servicios de salud mental culturalmente pertinentes y sensibles a las realidades LGBTIQA+.
• Creación de entornos educativos inclusivos que erradiquen la discriminación y promuevan la igualdad de trato.

El informe concluye que si bien existen avances normativos en Chile, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar el derecho a la salud mental de las adolescencias LGBTIQA+. El diseño de políticas públicas efectivas, construidas con participación activa de este grupo, es clave para abordar los desafíos estructurales que enfrentan en los ámbitos familiar, educativo y comunitario.