“Con esto me mataron”: Esta es la dramática historia de Karin, la TENS que inspiró la nueva ley de acoso laboral
Karin Salgado trabajaba en un hospital de Chillán hasta que decidió quitarse la vida, dejando una carta donde denunciaba serias vulneraciones.
Es una historia triste e injusta. Karin Salgado es la TENS cuyo caso impulsó la nueva ley de acoso laboral, que entró en vigencia este 1 de agosto.
La profesional se quitó la vida el año 2019, luego de vivir una serie de vulneraciones en su trabajo en el Hospital Herminda Martín de Chillán.
Una denuncia que plasmó en una carta que dejó, donde dio cuenta de todas las situaciones que la hicieron experimentar un calvario en su espacio laboral.
El triste caso de Karin
Todo partió en 2018, cuando el hospital donde trabajaba comenzó un sumario por una denuncia de hurto de insumos. Karin fue llamada como testigo y terminó siendo castigada.
Desde ahí en adelante, todo se volvió cuesta arriba para la funcionaria, teniendo problemas con su jefa, una enfermera jefe que la hostigó y declaró en el proceso que era “una mala funcionaria, que mantenía mala relación con sus pares y enfermeras, haciendo ver que era conflictiva”, consignó Biobío.
“Todo esto me llevó abajo anímica y psicológicamente, en mi trabajo no daba más ya que debía trabajar con la colega que me falló sabiendo que todo lo que yo decía era verdad”, expresó la TENS en su carta de despedida.
Y agregó que aquella enfermera jefe también les exigió a sus colegas aislarla, y tomó represalias contra quienes la apoyaron, incluso amenazando con quitarle los reemplazos que algunos hacían en el hospital.
“Esto me ha hecho mucho daño al punto de llorar y sentirme vulnerable de estar frente a personas de mayor rango y, como se dice, el hilo se corta por lo más delgado”, relató Karin.
Sumado a esto, el sumario determinó la “suspensión del empleo por 30 días, con goce de un 70% de las remuneraciones de acuerdo a los artículos 121 y 124 del Estatuto Administrativo, por falta al principio de probidad administrativa”, golpeándola duramente en su estado financiero.
Su última carta de auxilio
Frente a esto, Karin envió una carta a la Contraloría, donde dio cuenta de su precaria situación: “Soy una funcionaria técnico paramédico, que dependo de mi única fuente de ingresos, cual es mi remuneración mensual (…) que es administrada de la mejor forma posible para poder cubrir, a duras penas, todas mis responsabilidades. Con mi escaso ingreso debo hacer frente a diversos gastos cotidianos como el arriendo mensual de mi vivienda, por $180.000, pagar agua $25.000, luz $38.000 y dos préstamos que suman mensualmente $222.000, esto sin considerar mis gastos mensuales de primera necesidad como lo son mi alimentación, transporte, vestimenta, salud, etc”.
Una misiva que no tuvo éxito, y que terminó derrumbando por completo a la profesional. “Con esto me mataron”, le expresó a sus amigos.
De hecho, la respuesta le gatilló una profunda depresión, sumado al hostigamiento que seguía viviendo en su trabajo, como por ejemplo que su jefa indicara que no se le podía dar el premio a mejor compañera, pese a que sus colegas sí se lo habían otorgado.
Devastada y económicamente mermada, Karin intentó quitarse la vida en octubre de 2019, sin lograr su cometido, y provocando que sus compañeros del hospital Herminda Martín de Chillán clamaran por ayuda psicológica para ella.
Una hora que le dieron para un mes más, sin derivarla a la ACHS o apoyarla de mejor manera, y que culminó finalmente con el suicidio de la TENS el 12 de noviembre de 2019.
El indignante adiós a Karin
Así, el día siguiente de su fallecimiento, varios de sus compañeros paralizaron sus actividades con gritos de “justicia para Karin”.
Y luego, mientras su cuerpo era sacado del Servicio Médico Legal, ubicado en el mismo terreno del hospital, parte de su jefatura celebraba un cumpleaños, en un contraste brutal con el dolor de los familiares de la funcionaria.
Un caso indignante, donde Claudia, la hermana de Karin, sus amigas y la diputada Erika Olivera decidieron impulsar el proyecto que ahora es ley y lleva su nombre: la Ley Karin, que establece como obligación de las empresas y de los órganos del Estado, un protocolo de prevención del acoso laboral y/o sexual y la violencia en el trabajo.
*Recuerda que en la prevención del suicidio, el Minsal cuenta con el fono *4141 que funciona de manera gratuita las 24 horas del día, en que atienden psicólogos especializados.