ADN Hoy. Ministro Montes y reconstrucción por catástrofes: “Todos los subsidios están entregados, el problema depende de las empresas que están a cargo”
El titular de Vivienda y Urbanismo respondió a las críticas por las demoras: “No queremos repetir la experiencia de otro Gobierno, que al final se terminaron viviendas que no quedaron regularizadas”.
Ministro de Vivienda, Carlos Montes, por reconstrucción en Viña del Mar - ADN Hoy - 28 de febrero de 2024
Viña de Mar y Valparaíso
En medio de sus vacaciones, Carlos Montes estuvo en Viña del Mar “al menos cinco veces”, dijo este miércoles en ADN Hoy. Y esas visitas no fueron por su descanso, sino por los incendios forestales y estructurales comenzados el pasado 2 de febrero, que azotaron a la región de Valparaíso.
En los últimos días, el secretario de Estado ha visto escenas inquietantes: “Nos hemos encontrado con zonas donde no hay casas, con las personas están viviendo en una carpa; no tienen donde comer y lo hacen en el suelo; hay muchos ratones, guarenes. La situación es dramática. Una cosa es la respuesta inmediata y otra, es lo definitivo, y en el ministerio de la Vivienda estamos concentrados en lo definitivo. Sabemos que entre más avancemos en eso, más rápido se pueden mejorar las condiciones de vida de muchas familias. Ese es nuestro compromiso, y hacerlo lo más rápido posible”.
El martes estuvo en El Olivar, una de las zonas de Viña más afectadas. En ese único sector, en el ministerio han constatado 815 viviendas destruidas. El ánimo de los vecinos lo pormenorizó el propio Montes: “Las personas quieren el mismo lugar donde están, unas viviendas más amplias, cosa que nosotros estamos de acuerdo, pero el terreno no da para eso. Es todo un proceso de conversación con la comunidad, y luego un proceso con las empresas constructoras”.
Se cruza el miedo a la lluvia, pero sobre todo el miedo “a dejar sus terrenos y que se los tomen”, acotó el ministro.
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Catástrofes 2023
Como referencia, las inundaciones de 2023 sirvieron como antecedente para la actual administración. Lo explicó mejor el ministro:
“Lo que pasó el año pasado nos ha hecho reflexionar mucho para que no se repitan las cosas. Los obstáculos principales fueron de carácter normativo y la coordinación con otros servicios: o sea, el solo hecho de ir a certificar las aguas demoraba meses, y distintas cosas que tenían que ver con otros ministerios. Hoy hay 54 viviendas en construcción avanzada: además de las que usted señala, hay otras iniciándose. En general, en todas las regiones todos los subsidios están entregados. En general, el problema depende de las empresas que están a cargo de esto. Las lecciones que sacamos de esto fueron dos: una, que en la lógica del Estado y la burocracia, se tiende a tratar de adecuar la realidad a las normas y no adecuar las normas a las distintas situaciones. El año pasado fue un tema rural, hoy el tema es urbano”.
“Estamos viendo distintas alternativas, innovando en algunos procedimientos. Por ejemplo, la ficha que ve las viviendas destruidas normalmente se demoran mucho más. Hoy la hicimos muy rápido porque usamos los drones y visitas donde tuviéramos dudas. Ya tenemos una aproximación bastante grande del daño. En total, las cifras que tenemos hasta este momento tenemos confirmada son 4.555 viviendas. Esto no quiere decir que no faltan; no hemos completado el recorrido del terreno, pero con lo que tenemos hasta el momento, ese es el daño. De ellas, 3.077 eran de programas consolidados y el resto eran de campamento”, matizó después.
En ese mismo marco, identificó la autoconstrucción como alto “que está en marcha y creemos que hay que asumirla, orientarla y apoyarla”, precisó, a modo de reconstrucción. Eso, junto a viviendas industrializadas (de las que el viernes tendrá novedades), son noticias alentadoras. “Creo que los tiempos propios de las empresas deberían acortarse. Una nos dice que en nueve meses podría construir 200 viviendas. Si logramos avanzar, puede que haya una respuesta mucho más rápida que el año pasado”, planteó.
Aunque, a la vez, puso paños fríos: la reconstrucción podría tomar “un par de años”, y con la geografía de Viña del Mar, el problema mayor será de “la pendiente que tienen los suelos. Es un tema complicado que vamos a trabajar”. Con todo, puso como plazo un año y medio, porque “me parece realista”.
En los casos de la autoreconstrucción existen programas del ministerio de Vivienda. Sobre esto, la novedad, adelantó el ministro, será el acompañamiento de un arquitecto “No quiero generar falsas expectativas. Con un seguimiento de la ejecución de la obra para que se mantenga dentro de las reglas. No queremos repetir la experiencia de otro Gobierno, que al final se terminaron viviendas que no quedaron regularizadas. En ningún caso se van a apoyar viviendas en zonas de riesgo”.
Por otra parte, en el caso de los campamentos el trabajo podría ser mayor: “En el caso del Campamento Manuel Bustos, donde hay mucha autoconstrucción, hay dos partes: una con terrenos regularizados y otra no. Se reparteron 33 subsidios. La asesoría para la reconstrucción estamos recién construyéndolo (...) Hay relocalizaciones, efectivamente, sobre todo en las viviendas que están en zonas de riesgo. No es solo de campamentos. Puede haber en un sector. Analizábamos con especialistas las causas de la catástrofe. En las quebradas, el fuego se acumula allí por el oxígeno y cuando termina de acumularse, salta y es impulsado para cualquier lardo. El riesgo allí es de efecto chimenea. No queremos construir nada cerca de las bocas de esas quebradas, por ejemplo. El incendio va siguiendo la huella del viento, se va moviendo de acuerdo a los vientos que lo impulsan”.