• 05 DIC 2025

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Alaskapox: el misterioso virus que tiene en alerta a la comunidad científica

Esta enfermedad, que provoca dolor articular y muscular, inflamación de los ganglios linfáticos y uno o más bultos o pústulas en la piel, está más extendida de lo que se creía anteriormente,

Alaskapox: el misterioso virus que tiene en alerta a la comunidad científica / Mario Vergara

Los científicos y profesionales de la salud están vigilando de cerca un virus poco común conocido como “Alaskapox” o viruela de Alaska después de que surgiera un caso fatal en una nueva área.

Los pocos casos diagnosticados desde que se identificó por primera vez la viruela de Alaska en 2015 generalmente han estado asociados con síntomas leves, como dolor articular y muscular, inflamación de los ganglios linfáticos y uno o más bultos o pústulas en la piel. El virus suele desaparecer después de algunas semanas, pero puede representar un mayor riesgo para personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Un anciano de la península de Kenai se convirtió en la primera persona conocida en morir como resultado de la viruela de Alaska. Este es apenas el séptimo caso desde su identificación inicial, pero ocurrió a más de 500 kilómetros del primero, que se reportó en Fairbanks, Alaska.

El paciente del caso mortal experimentó una llaga roja debajo de la axila derecha, seguida de sensaciones de dolor ardiente y fatiga. Se cree que su tratamiento contra el cáncer pudo haber contribuido a su estado de vulnerabilidad y, por lo tanto, al mayor riesgo de complicaciones por el virus, publica ScienceAlert.

Después de ser hospitalizado en noviembre, el paciente falleció a finales de enero, según un informe de epidemiología del estado de Alaska.

Los funcionarios de salud concluyen que la viruela de Alaska está más extendida geográficamente de lo que se pensaba anteriormente y que se necesita una mayor conciencia sobre los riesgos, especialmente para las personas inmunocomprometidas.

La propagación del virus

Hasta ahora, la evidencia sugiere que la viruela de Alaska se propaga a través de pequeños mamíferos, particularmente topillos de lomo rojo y musarañas. Aunque los humanos pueden contraerlo de los animales, no se ha observado transmisión de persona a persona.

El virus, parte del grupo de los ortopox, se caracteriza por causar lesiones en la piel, similar a la viruela. Se cree que el hombre infectado pudo haber contraído el virus de un gato callejero que cuidaba, aunque las pruebas en el gato resultaron negativas.

Las nuevas recomendaciones de salud incluyen la familiarización de los médicos con el virus y pruebas periódicas para detectarlo, así como el consejo de mantener las lesiones secas y cubiertas, y evitar tocarlas.

Se están realizando más pruebas en animales para comprender mejor la distribución del virus en las poblaciones animales de Alaska.

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