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«El violador eres tú», el himno que Chile exporta al mundo

La instalación artística 'Un violador en tu camino' es un grito contra el patriarcado que traspasa fronteras.

«El violador eres tú», el himno que Chile exporta al mundo
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Fue en medio de los 42 cerros que componen el puerto chileno de Valparaíso –ese "recodo del mundo”, como lo llamó Neruda– donde nació el himno contra la violencia sexual hacia las mujeres, que estos días corean miles de ciudadanas de todo el mundo con los ojos vendados y repitiendo ciertos movimientos. De Chile a Túnez. De México a España. De Estados Unidos a Turquía. De Brasil a India, donde el sábado clamaban contra varias violaciones. La performance del colectivo feminista Lastesis, compuesto por cuatro chilenas de 31 años, no se limitó a dar un nuevo aire de sentido cívico a las manifestaciones ciudadanas que explotaron en Chile el 18 de octubre pasado, en demanda por mejoras en los servicios básicos como las pensiones, la salud y la educación. Un violador en tu camino—como se bautiza la instalación artística— traspasó las fronteras en un grito conjunto de mujeres de todas las edades contra “el patriarcado” y “los machos violadores”.

“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eras tú. El violador eres tú. Son os pacos, los jueces, el Estado, el presidente”, señala la letra creada por Daffne Valdés y Sibila Sotomayor —ambas del mundo del teatro—, Paula Cometa —diseñadora y profesora de historia— y Lea Cáceres —diseñadora de vestuario—. Se declaran “positivamente abrumadas” por el fenómeno y los cientos de correos electrónicos que han recibido de todo el planeta y que esperan contestar uno a uno. Reúnen los vídeos, las fotografías y las noticias que les llegan desde diferentes latitudes para un trabajo futuro. Les emociona que a propósito de Un violador en tu camino muchas víctimas de violencia sexual se hayan atrevido por primera vez a contar su experiencia de abuso. Como la chilena que relató en Twitter: “Y la culpa no era mía (era mi abuelo). Ni cómo andaba (uniforme escolar). Ni cómo dormía (ocho años, esperando que llegara mi mamá). Me costó 40 años escribirlo. Es lo más descarnado que he confesado”.

“Resulta sanador decirlo y no sentirse la única: nos damos cuenta de que no estamos solas”, reflexionan Lastesis que piden no ser individualizadas al citarlas, aunque en la conversación participan tres de las cuatro integrantes: todo lo que digan representa a su colectivo. Tampoco fotografías si no está el equipo completo. Sobre la expansión mundial del himno, agregan: “Nos llena de orgullo darnos cuenta de cómo podemos organizarnos rápidamente entre las mujeres y las disidencias. Lastesis fuimos el punto de partida, quizás la excusa, de grandes ganas contenidas”. Pero creen que, al mismo tiempo, existe algo universal “y devastador” que explica que miles de ciudadanas que no se conocen se hayan plegado a Un violador en tu camino: “La opresión hacia nuestros cuerpos es un lenguaje genérico” que trasciende las nacionalidades y culturas.

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