La historia del actor porno japonés que estrelló un avión contra la mansión de un jefe Yakuza
El 23 de marzo de 1976, el ultranacionalista Mitsuyasu Maeno se quitó la vida al estilo de los kamikaze.

Hay historias que vale la pena conocer y recordar. Como por ejemplo, la del actor porno japonés Mitsuyasu Maeno y su intento de asesinar a un mafioso, estrellando un avión contra su mansión.
El 23 de marzo de 1976, Maeno se subió a un Piper Cherokee con la misión de matar a Yoshio Kodama, figura importante de los Yakuza en los años 20 y 30, ultranacionalista, informante de la CIA y, en la década de los 70, encarcelado por no declarar ante el fisco los siete millones de dólares que la empresa estadounidense Lockheed le pagó para que promoviera sus aviones en el mercado nipón.
El intérprete triple equis también era ultranacionalista (admirador del escritor Yukio Mishima, que intentó dar un golpe de Estado en nombre del emperador para después hacer un harakiri) y veía con buenos ojos a la figura de Kodama.
Sin embargo, las constantes polémicas del jefe mafioso terminaron por aburrir a Maeno y decidió concluir con la vida del informante estadounidense.

La mañana del día del ataque, el actor llegó al aeropuerto de Chofu, en las cercanías de Tokio, junto a tres amigos, todos vestidos con el uniforme típico de los kamikazes. Moeno mintió y dijo que necesitaban dos aviones para la publicidad de una película. Se montó en una de las naves y los otros hombres, uno de ellos camarógrafo, se subieron a la restante. Volaron durante una hora y el ultranacionalista informó que debía ir a Setagaya, donde estaba la casa de Kodama.
La investigación posterior arrojó que Moena realizó una última transmisión radial antes de estrellarse. “¡Larga vida al emperador! ¡Banzai!”.
El actor porno golpeó el segundo piso de la mansión. Se desató un incendió y murió en el lugar. Kodama estaba en otra parte de la casa y resultó ileso. Una vez sucedido el ataque, un grupo de manifestantes de ultraderecha se presentó en el lugar, temerosos de que el atentado fuera parte de una conspiración.
Finalmente, sólo era la aventura solitaria de un actor porno nacionalista admirador de un escritor que quiso dar un golpe de Estado en nombre del emperador y los valores tradicionales de Japón.
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