Wislawa Szymborska
Francisco Mouat nos trae en ADN a la escritora polaca.
Francisco Mouat
Decir que Wislawa Szymborska ganó el Premio Nobel de Literatura en 1996 es importante, no por el premio en sí, sino porque eso ayudó a que su literatura se tradujera a otras lenguas y nos permitiera, por ejemplo, comenzar a leerla en español.
El día que recibió el Nobel, Szymborska leyó un texto maravilloso de tres o cuatro páginas que debiera ser lectura obligatoria por su mirada precisa y profunda de la relación entre inspiración y trabajo: "La inspiración no es un privilegio exclusivo de los poetas o de los artistas en general. Hay, ha habido y seguirá habiendo cierto grupo de personas a las que toca la inspiración. Son todos aquellos que conscientemente eligen su trabajo o lo realizan con amor e imaginación. Se encuentran médicos así, y pedagogos, y jardineros, y otros en cien profesiones más. La inspiración, sea lo que sea, nace de un constante no sé. Personas como esas no hay muchas. La mayoría de los habitantes de esta tierra trabaja para ganarse la vida, trabaja porque tiene que trabajar. No son ellos mismos quienes con pasión eligen su trabajo, son las circunstancias de la vida las que eligen por ellos. El trabajo que no gusta, el que aburre, valorado solo porque, incluso siendo desagradable y aburrido, no es accesible para todos, es uno de los peores infortunios humanos. Y no parece que los siglos que vienen vayan a traer algún cambio feliz".
Entre sus poemas inolvidables, que son demasiados, hay uno que escribe después que muere su segundo esposo sobre un gato en un departamento vacío, y otro que se llama "Posibilidades": Prefiero que me guste la gente / a amar a la humanidad. / Prefiero la tierra vestida de civil. / Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del periódico".
Para fortuna nuestra, la editorial Hueders acaba de publicar en Chile Lecturas no obligatorias, una selección de las reseñas de libros que Szymborska fue publicando a lo largo de su vida en un diario polaco, y que tienen la gracia de que son inteligentes, divertidas y por supuesto abordan todos los géneros y temas que la industria del libro es capaz de contener.
Wislawa Szymborska. Poesía no completa, del Fondo de Cultura Económica. Aquí y Hasta aquí, de Bartleby Editores; y Lecturas no obligatorias, de Editorial Hueders.