Forty Elephants: La banda de ladronas que por 80 años asoló a Londres

, según lo descubrió el escritor Brian McDonald a través de cartas, periódicos, registros de nacimiento y defunciones, y fotografías abandonadas.

El 2010 su investigación la publicó en el libro "Gangs of London" y ahí daba cuenta de su sistema de organización, que difería de de las pandillas y ladrones del sur londinense. Esto porque las cuarenta ladronas se coordinaban en células y lograron delinquir en toda la capital de Inglaterra y sus cercanías, dirigidas por Annie Diamond desde que ella cumpliera 20 años.

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Llamada “Diamond Annie” porque sus nudillos iban adornados con brillantes, lograba coordinar crímenes simultáneos. McDonald le explicó al periódico The Guardian que ella era considerada por la policía como “la más inteligente de todos los ladrones”. Su clave era usar falsas cartas de recomendación para ser contratadas como doncellas y así robar en las casas.

La banda chantajeaba hombres luego de seducirlos y pedirles dineros para no contar sus secretos. Su especialidad era el hurto en el comercio y diseñaron abrigos, sombreros y guantes con forros dobles y un sistema de fajas y bolsillos cosidos en el interior de sus faldas. Por la moral de la época nadie se atrevía a descubrir las ropas íntimas de una mujer.

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La banda tenía reglas mafiosas y si atrapaban a alguien robando en su territorio, les cobraban un porcentaje. Si no pagaban había golpes y hasta secuestros. Una de sus estrategias era deshacerse de lo que acababan de robar y nunca llevar nada encima. Los botines se iban en coches conducidos por hombres o en el vagón para equipajes de un tren.

Ellas tampoco guardaban sus tesoros, ya que vendían las ropas lujosas a tiendas, llevaban las joyas a casas de empeños y enterraban muchos objetos. Su estrategia era no robar bancos o grandes piezas, sino que preferían trabajar al detalle, siempre vestidas como de la alta sociedad para no generar sospechas.

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