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¿Cómo es la vida de Nicanor Parra en el balneario de Las Cruces?

En el tranquilo lugar donde vive, de vez en cuando recibe visitas de amigos, familiares, periodistas o gente que simplemente va a saludarlo.

¿Cómo es la vida de Nicanor Parra en el balneario de Las Cruces?

No es un lugar muy grande, es caminable. Si se va en bus se puede bajar en la Municipalidad de El Tabo y ya está en Las Cruces, localidad que es del Tabo, pero tiene vida propia y que escogió Nicanor Parra para vivir a mediados de los '80.

¿Cómo es esta relación con la gente, si al final es un vecino más? "De repente estás en la puerta y pasa alguien, para un auto y te pregunta '¿dónde vive don Nicanor?', entonces tú lo diriges", comentó Virginia, que atiende el cibercafé del barrio.

Es un vecino reservado con los medios y las cámaras, ya que con las personas comunes y corrientes conversa sin problemas. "Le respetamos su reserva, nosotros sabíamos que don Nicanor es así, y si eligió venir acá hemos tratado de ser lo más cuidadosos posible con su temperamento, con su manera de vivir. Es una persona muy amena, cuando quiere conversar le gusta hablar de lo humano y lo divino", afirmó el alcalde de El Tabo, Emilio Jorquera.

Juan García ha vivido toda su vida en Las Cruces, tiene 73 años y trabaja cuidando una casa en calle Lincoln, cerca del antipoeta. Dijo que no sabe mucho lo que es eso, pero se lleva bien con este especial personaje, que "sale escondido para la playa".

La casa de Nicanor Parra tiene siempre su auto escarabajo gris frente a la reja de su casa, que está a 5 minutos de la orilla de la playa, todo rodeado del silencio y la calma del lugar.  
  
"Lo he visto en todas las ocasiones que he pasado por su casa y cruzando unas palabras con él, es un hombre muy culto, muy encantador, hablamos de los libros, me llama mucho la atención que él está con una tranquilidad muy grande frente a su estado de vida", relató Mirta Peña, una de sus vecinas.

Siguiendo por el camino rodeando la playa, llegando a las rocas está el restorán Puesta de Sol donde uno puede comer con vista al mar. El dueño del local es Efraín Jeria, quien ha visto cómo de a poco el antipoeta se fue haciendo cliente frecuente comiendo caldillo de congrio o merluza frita con ensalada.
     
"A él no le gusta el acoso, que le pregunten, le gusta a él hacer las preguntas", aseguró Jeria.

¿Por qué se habrá ido a Las Cruces Nicanor Parra? Algo tienen los escritores con ese lugar. Luis Merino es el encargado de la biblioteca y señaló que el antipoeta no es el único, también está Eduardo Labarca, Gustavo Frías, Carmen Berenguer, y ahí veranea Diamela Eltit, por ejemplo.  
  
"Tiene que ver mucho con la identidad del pueblo, nosotros somos un lugar tranquilo, la gente se puede encontrar con uno mismo. No como en las ciudades que no se escuchan, aquí uno escucha su propia voz, lo más lindo que me pasa a mí como encargado de la biblioteca es la cantidad de escritores que vienen a la biblioteca", explicó.

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