Conservador de Bienes Raíces insiste en no inscribir Sierra Bella por “atentar contra la seguridad jurídica”
Entre las irregularidades encontradas, el profesional dijo que "resultó evidente la omisión del número de cédula de identidad de doña Irací Hassler".
Este jueves, el Conservador de Bienes Raíces de Santiago, Luis Maldonado Croquevielle manifestó su rechazo ante la solicitud de la inmobiliaria Valentino, realizada el pasado 15 de abril, para forzar la inscripción de la compraventa de la ex clínica Sierra Bella.
Su respuesta llegó a través de un escrito de 15 páginas de extensión, donde el Conservador advirtió que en la documentación aportada para realizar este trámite, existieron «omisiones, defectos, vicios formales y errores de denominación e individualización«.
Esto, luego que la empresa constituida por Felipe Sánchez intentara continuar con la compra, a pesar de que la Municipalidad de Santiago aseguró que iba a suspender la adquisición de la ex clínica, la que, según el informe de los tasadores, se avaluó en más de 8 mil millones de pesos.
En ese sentido, Maldonado sostuvo que «la vendedora, Inmobiliaria San Valentino SpA, no ha logrado comprender el rechazo formulado a la primera rogación de inscribir este título, esto es, porque a juicio del suscrito, la escritura pública de compraventa de inmuebles de fecha 20 de enero de 2023 es legalmente inadmisible«.
«Atenta contra la seguridad jurídica»
Asimismo, señaló que acoger la petición «no solo afecta los principios con base en los cuales el Conservador debe realizar su labor, sino que atenta contra la seguridad jurídica y la solemnidad de los Registros«.
Además, entre las críticas que hace Maldonado, tras leer la escritura, es que «resultó evidente la omisión del número de cédula de identidad (RUN) de doña Irací Hassler«. En esa línea, también señaló que sobre cada uno de los pies de firma «se observan trazos manuscritos ilegibles que pueden corresponder a las firmas de ambos comparecientes«.
A raíz de lo anterior, el Conservador aseguró al medio La Segunda que «queda en evidencia el conflicto de intereses entre la parte compradora y vendedora (…) Lo anterior genera legítimas dudas acerca de la procedencia de tratar de lograr que se practique la inscripción en el Conservador en un procedimiento voluntario donde claramente se contraponen las voluntades de las partes».