Arqueólogo Sergio Rapu Hao y futuro de Rapa Nui: «El desafío es conservar el patrimonio cultural y compatibilizarlo con el desarrollo”

Este viernes el Ciudadano ADN conversó con Sergio Rapu Haoa, primer arqueólogo nativo de Rapa Nui y primer gobernador elegido democráticamente en la zona, quien analizó los desafíos que tiene la isla tras la pandemia del covid-19 y el gigantesco incendio que afectó a la cantera del volcán Rano Raraku.  

Respecto al estado del territorio tras el cierre de la isla debido al coronavirus, el fundador del Instituto de Estudios del Pacifico señaló que las autoridades locales, “tanto el alcalde como la delegada presidencial y las autoridades del área de salud, han tomado medidas adecuadas para poder controlar la situación de la mejor forma posible”.  

“Lamentablemente, una de las cosas que había que hacer era restringir los vuelos y evitar mayores contagios, pero se han manejado bastante bien. Los casos locales han sido controlados y los más graves han sido trasladados al continente rápidamente”, agregó el académico. 

En esa línea, Sergio Rapu se refirió al “pilar económico” de Rapa Nui: el turismo. “Ha sido muy afectado, y eso implica que muchos locales que trabajan el turismo y otros servicios como transporte, están en caída, entonces ahí se pierde la economía, pero se gana la salud”, detalló el exgobernador. 

La historia detrás de un devastador incendio

En cuanto al incendio que destruyó cerca de 80 moáis ubicados en los alrededores del volcán Rano Raraku, sector catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el académico entregó datos histórico para entender este siniestro que comenzó debido a quema de pastizales descontroladas. 

«Isla de Pascua era un territorio que de 1.900 en adelante fue ocupado por una compañía extranjera, que utilizaba la isla para criar ganado, especialmente ovinos por la lana y llegaron a tener casi 40 mil ovejas en el territorio”, comenzó explicando el arqueólogo. 

“Una práctica común de esta empresa, para mantener el pasto de sus animales, era cada cierto tiempo quemar el pasto y eso implicaba que se renovara la calidad del pasto y no había control de los incendios, entonces esta práctica que parecía común en la isla, quedó en regazo en la gente”, continuó el fundador y exdirector del Museo de Rapa Nui. 

En ese sentido, Sergio Rapu narró: “Por ahí por los años 70, Isla de Pascua fue declarada Parque Nacional y con ello hubo una política de Estado de más control y la prioridad fueron las manifestaciones prehistóricas y en segundo lugar los bosques y la vegetación de la isla”. 

«Pero la isla estaba prácticamente sin vegetación, entonces empiezan programas de reforestación y ahí entra la Corfo que hace una reforestación con eucalipto, con lo que se pretendía generar energía reemplazando el petróleo por la madera”, precisó el arqueólogo.  

“En otros sectores se produjo control de erosión metiendo árboles, entonces, hubo intervenciones, que a mi gusto son mediocres, para sacarle provecho al suelo, entonces hubo un mezcla de intereses por sacarle rentabilidad a la isla y, por otro lado, ese interés mundial de preservar el patrimonio arqueológico, entonces hay dos esquemas que no eran compatibles”, añadió.  

La protección del patrimonio

Continuando con el relato, Sergio Rapu expuso que «ya en los años 75-78, consultores internacionales, la Universidad de Wyoming, la Universidad de Chile y organismos de la Unesco, empezaron a decir que había que poner atención a la conservación de esta manifestación cultural única en el mundo, que tendría mayor rentabilidad económica que plantar eucalipto”.

“Esto hace que sé de vuelta la importancia de la Isla de Pascua como Parque Nacional dentro de Chile y el país va tomando conciencia y van pasando leyes que ayudan a armonizar estos dos compromisos que son: el desarrollo económico con la necesidad de preservar un recurso único, que tienen un tremendo valor económico, que es el turismo”, añadió el académico.  

En base a todo lo expuesto anteriormente, Sergio Rapu dijo que el gran desafío de Rapa Nui es “por un lado, conservar el patrimonio cultural y compatibilizarlo con el desarrollo». 

La importancia de la educación

Para lograr lo anterior, el arqueólogo señaló que la educación es la clave. «Todas las autoridades que entran a ocupar un cargo de la isla, tienen que estar superbién educadas en manejar el patrimonio, porque esa es la esencia de la isla”.  

Igualmente, el originario de Rapa Nui afirmó que “hay que empoderar a la comunidad para que sean los dueños y guardianes de su patrimonio, donde todo el mundo sepa el valor de esto, por tanto, la educación tiene que partir de muy temprano, para que cuando alguien haga daños a los monumentos ellos digan eso está mal”.  

“Hay que ampliar la visión en pos de la conservación y en un visión de desarrollo”, cerró  Sergio Rapu.