Bióloga marina y casos de marea roja: «No se puede consumir mariscos contaminados de ninguna manera»

Ciudadano ADN conversó con Claudia Torrijos, bióloga marina y magister (c) en Medio Ambiente y Bioseguridad en la Acuicultura de la Universidad Austral de Chile, sobre los casos de marea roja que se han registrado en el país y que dejaron a un menor de edad de tan solo 3 años fallecido en Calbuco, región de Los Lagos. 

Para iniciar, la científica fue tajante y expuso «categóricamente” que no hay “ninguna posibilidad” de consumir mariscos si están afectados con la marea roja, ya que “son toxinas que no se desnaturalizan con la cocción por ejemplo, por lo tanto, comerlos crudos o cocidos, te van a envenenar igual».

En esa línea, explicó que la marea roja es peligrosa, ya que en Chile existe “la toxina diarreica y la paralizante, ambas son causadas por la presencia de una microalga específica en el agua y cuando están en grandes concentraciones y los mariscos están ahí, como son organismo filtradores, están tomando esta agua con microalgas y la toxina se acumula en su carne, en todo el cuerpo».

“Cuando uno se come ese animal, la toxina es tóxica para nosotros, para los mamíferos, entonces así se transmite la intoxicación», agregó.

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Un relajo comunicacional

Al ser consultada sobre si las y los chilenos se relajaron frente a esta amenaza alimenticia, la bióloga marina sostuvo: «A lo mejor comunicacionalmente hemos bajado la guardia, pero se están haciendo constantemente los monitoreos, y cuando se detecta que hay un sector que aumenta la presencia de la toxina en los mariscos o de las microalgas, se decreta que en esa zona no se puede extraer mariscos». 

«Lo que pasó acá, es que estos maricos venían de la región de Aysén, que es una zona donde hay lugares que permanecen mucho tiempo con toxinas y no se puede extraer los moluscos y cuando aumenta la demanda, con este tema de la semana santa, sucede que la gente tiene que ir más lejos», puntualizó. 

En base a lo anterior, la bióloga marina señaló que en los casos registrados de marea roja “hay un tema de ilegalidad detrás, pero también tenemos que asumir que es un proceso que va a ocurrir al menos dos veces al año, en primavera y otoño, ahora estamos en esa estación, entonces marzo y abril son riesgosos para este tema». 

Los síntomas 

Con el fin de prevenir mayores complicaciones, la bióloga marina detalló los principales síntomas y expresó: “Con el veneno diarreico es un cuadro gastrointestinal agudo. El problema es cuándo las persona están en lugares aislados y no tiene la posibilidad de tener una buena hidratación y ahí existe el riesgo incluso de muerte”.

En el caso del veneno paralizante, este “puede ser instantáneo, dependiente de cuanto tiempo lleva ese marisco viviendo en un lugar donde el agua tenía microalgas tóxicas, por lo tanto puede ser leve o fulminante”, en ese caso, Torrijos manifestó que los primeros síntomas son un sensación de hormigueo alrededor de la boca y pérdida de sensibilidad en las manos, incluso se puede provocar un paro cardiorrespiratorio inmediato”. 

Sin embargo y en vista al futuro, la experta esgrimió que “este fenómeno está cambiando, en tanto el planeta se ha ido calentando y también la cantidad de lluvia en las zonas, porque el ácido silícico que necesitan las microalgas para generar su estructura, viene del agua dulce que corre de los ríos al mar y en medida que eso disminuye, también va a cambiar la disponibilidad de este microelemento para el desarrollo de esta floración (…) Podrían haber nuevos tipos de mareas rojas”. 

Asimismo, la bióloga marina continuó: “La marea roja viene desde los años 60 avanzando desde Magallanes hacia el norte, por lo tanto las regiones más afectadas son Los Lagos, Aysén y Magallanes, sin embargo, con el fenómeno de cambio climático, es posible que esto vaya desarrollándose incluso más al norte«. 

Consejos

Finalmente, Claudio Torrijos entregó consejos a la ciudadanía para prevenir estos casos de marea roja y dijo: “Es fundamental que la ciudadanía comprenda de qué se trata este riego, que compre en lugares establecidos, teniendo en cuenta que en otoño y primavera hay que abstenerse o tener más cuidado de donde vienen los productos”. 

En cuanto a las autoridades, la bióloga marina llamó a “mantener un monitoreo constante y generar alertas tempranas para que la ciudadanía pueda advertir los riesgos que hay”. 

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