Falleció Mariano Puga, el cura obrero

El cura obrero Mariano Puga falleció en su hogar en La Minga en Villa Francia, Santiago, luego que los vecinos del barrio lo informaran a través de redes sociales.

En una publicación la comunidad señaló «comunicamos con profunda paz y esperanza cristiana la Pascua de nuestro hermano, amigo, pastor y compañero Mariano Puga Concha, cura obrero de Villa Francia, Pudahuel, La Legua y Chiloé«.

El sacerdote de 88 años desde 2019 que padecía un cáncer linfático, y llevaba semanas en un complejo estado de salud.

Puga es reconocido porque fue uno de los sacerdotes que enfrentó de manera más directa los abusos y violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura de Pinochet, y por su trabajo como obrero de la construcción en paralelo a sus funciones como líder religioso en varios barrios de la capital.

En el contexto del estallido social, Mariano Puga entregó diversos mensajes y su última actividad pública fue el pasado 25 de febrero, en la que ofició una misa en el frontis del Centro de Justicia para exigir la libertad de quienes fueron apresados y acusados de delitos en estas movilizaciones.

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En una carta titulada «¡El despertar no tiene que morir nunca más!», el sacerdote realizó una serie de críticas al Gobierno, especialmente al Presidente Sebastián Piñera: «No entiende lo que está detrás del clamor de la gente, él y muchos como él, no pueden entender el despertar del pueblo, no entiende que las leyes que sostienen el sistema social, de salud, de trabajo, de previsión es excluyente, egoísta, inhumano».

La historia del «cura obrero»

Mariano Puga nació el 25 de abril de 1931, en el barrio Concha y Toro, ubicado en el centro de Santiago. Su padre fue Mariano Puga Vega, quien fue parlamentario del Partido Liberal y luego ejerció como embajador de Chile en Estados Unidos. Su madre, Elena Concha, tenía vínculos familiares con los dueños de la Viña Concha y Toro.

Mientras estudiaba arquitectura, tuvo contacto con los sectores más vulnerables a través de un trabajo relacionado con viviendas sociales. Abandonó sus estudios para ingresar al Seminario Diocesano y en 1959 fue ordenado sacerdote.

Tras su paso por París, Italia y Bélgica, Puga obtuvo el grado de Doctor en Teología Moral. En los años 70, en el contexto del gobierno de Salvador Allende, el sacerdote trabajó como cura obrero en empresas subcontratistas. Por sus ideas progresistas fue expulsado del Seminario en esa época.

Ya en dictadura, Mariano Puga llegó a Villa Francia para ejercer como pioneta –carga y descarga de sacos– de la fábrica de casas Corvi, que luego fue clausurada tras el golpe militar. Fue detenido y pasó por Villa Grimaldi, Cuatro Álamos y Londres 38. Años después de estas experiencias, en los años 80, Puga fue un activo defensor de los Derechos Humanos. En esa misma época, hasta 1992, permaneció en Pudahuel, para luego migrar a la población La Legua, en la que fue párroco.

La última carta que envió fue dirigida a la Iglesia Católica y criticó su rol en el estallido social, en alusión a la misma misa que ofició en el Centro de Justicia. «Con dolor me tocó percatarme que éramos solo dos los presbíteros quienes estábamos compartiendo la Cena del Señor con esa masa de gente. ¿Qué es eso? ¿Es esa la Iglesia en salida que nos pide el querido papa Francisco?«, expresó.

«Después de tanta solidaridad compartida, con estos hermanos crucificados… ¿Se justifica que solo dos presbíteros hayan acompañado a ese PUEBLO el día que denunciábamos su dolor? ‘¿De qué vale la fe si no tiene obras?'», concluyó, citando pasajes de la biblia.