Valentina Henríquez, denunciante de Tea Time: «Yo no soy drogadicta, odio la cocaína»
La expareja de Camilo Castaldi también aseguró que la suspensión del juicio fue su iniciativa y no un triunfo del cantante.
La denunciante de Tea Time, Valentina Henríquez, entregó detalles de la resolución judicial por el caso de violencia y respondió a las críticas que la acusan de "drogadicta".
En conversación con Mentiras Verdaderas de La Red, la expareja de Camilo Castaldi aseguró que "la suspensión del juicio es algo que yo acepté con mi abogado y suponía un adelanto de lo que nosotros hubiéramos conseguido de ir a un juicio".
Denunciante de Camilo Castaldi: Lograr dos años de alejamiento es un triunfo en la justicia chilena
"La ley actualmente no contempla la violencia en el pololeo, por lo cual lo que él hubiera tenido que cumplir de haber salido culpable son multas que él tiene que pagar al fisco. Ni siquiera un alejamiento", precisó.
Para Henríquez, "con esta suspensión, pude asegurarme de dos años de alejamiento y para mí eso es lo primordial, mi protección".
Además, criticó que desde la defensa de Tea Time trataran de señalar que la suspensión del juicio fuera iniciativa de ellos. "Son muy hábiles en dar vuelta todo para que quede a su favor y cambian las palabras para decir que fue así, pero no es cierto", indicó.
La denunciante del caso relató que ha recibido crítcas en redes sociales que se aferran al argumento de Castaldi, de que ambos estaban en una "relación tóxica", y acusó que hay una fan de Tea Time que la ha acosado por redes sociales.
Al respecto, indicó que la "relación tóxica" es "claramente por vivir con una persona que es drogadicta, y yo no soy drogadicta, lo he escuchado de mucha gente que dice eso. Lo hacen solo para dañar mi imagen".
"Yo no tomo ni alcohol, y él me pedía que lo ayudara a rehabilitarse. Esa era la manipulación que él siempre tenía para que yo no lo dejase (…) De hecho, odio la cocaína, eso me trae puros recuerdos de violencia y de golpes. Cada vez que él se drogaba, me pegaba", concluyó.