Pareja de María Verónica Pinochet: »Mi hija no puede estar en sus manos»
Miguel Morales Salazar relató a ADN Radio Chile los constantes episodios de violencia protagonizados por la nieta del fallecido ex dictador, señalando que sus desequilibrios emocionales hacen necesario que la hija de ambos, de siete años, cambie de custodia.
Intranquilo se escucha al teléfono Miguel Morales Salazar, ex pareja de María Verónica Pinochet Molina que en noviembre de 2008 sufrió una de las tantas agresiones por parte de la nieta del fallecido ex dictador Augusto Pinochet, ya que su principal preocupación es el futuro de la pequeña hija de ambos, de sólo siete años.
En entrevista con ADN Radio Chile, el hombre de 43 años relató que la agresión que terminó con la formalización de María Verónica Pinochet por violencia física no fue la única ni la última, y que la más perjudicada por todo esto es la niña.
"Cambió su personalidad, cosas eventuales, pero se fueron haciendo más graves y en 2006 terminé la relación con ella, y se negaba a aceptarlo. Pero está mi hija y yo no la puedo dejar sola, tiene siete años y una mamá que anda peleando en todos lados, no solamente conmigo. Le pega fuerte y todo eso", expresó.
Morales Salazar incluso denuncia que en la casa de los abuelos de la pequeña resultó con heridas graves tras ser mordida por un perro ante el "descuido de la madre", lo que refuerza su decisión de pelear por la tutela.
"Me siento mal por el hecho que la María Verónica nunca me hizo caso de que viera a un doctor. Aparte, nunca he tenido miedo de ninguna cosa porque pienso que haciendo las cosas bien no hay problema. Yo pienso que ella está equivocada, en un camino erróneo, y la niña ojalá la puedan tener sus papás (abuelos) o yo, pero la niña no puede estar en manos de ella. Es muy chica, y voy a hacer todo lo posible para que a mi hija me la entreguen", aseguró.
La golpiza de noviembre de 2008 se generó, aparentemente, porque Morales Salazar no le dio dinero para ir a la peluquería. Pero este hecho se repitió en el tiempo, en especial debido a los problemas personales de la nieta de Pinochet.
"Ella estuvo internada el 2007 después que murió su abuelo en una clínica siquiátrica. El diagnóstico siempre me lo ocultaron", señaló, aclarando que si bien no recurría al alcohol o las drogas sí consumía "Ravotril y muchas cosas que le dan, yo creo que por los nervios. Usted tiene que entender que es una niñita que le dan todo y después le quitaron todo, entonces es difícil".
Por lo pronto, Morales ya se contactó con su abogado para pelear la custodia de su hija, seguro de que no va a volver a creer en su ex mujer, y que va a seguir adelante con las acciones para quedarse con su pequeña de siete años.
"Ella empezó con mucha agresividad no solamente conmigo, también con mis otras dos chiquititas, entonces me alejé de ella pero nunca dejé a mi hija sola. Lo único que está esperando es que vaya a la casa y de nuevo decirme ‘Miguel perdóname, nunca más lo voy a hacer’. Y siempre ha sido lo mismo, si desde 2004 para adelante y yo vuelvo a caer, me cuenta que su familia no le pasa plata y al final la estaba manteniendo a ella y a sus hijos, si tiene dos hijos más", sostuvo.
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