Javier Muñoz, ganador del Pulsar en género clásico: “La naturaleza es música”
El compositor radicado en Francia conversó con ADN sobre su pieza ganadora en la reciente edición de los premios musicales, y comentó sus próximos proyectos

En 2019 fue finalista, pero en este 2022 pudo quedarse con el galardón a Mejor Artista de Música Clásica en los recientes Premios Pulsar. El compositor Javier Muñoz Bravo (nacido en 1982, en Punta Arenas), partió en 2011 a Francia a perfeccionar los estudios que había iniciado en la Facultad de Artes de la U. de Chile. Desde 2016 está radicado en París, donde además de crear, enseña en las universidades Paris-Saclay en Orsay y Champs-sur-Marne/Noisiel.
“Luego de más de una década viviendo afuera, me emociona que me hayan tomado en cuenta”, expresó Muñoz Bravo en conversación con ADN. “Lo bueno del Pulsar es que es un reconocimiento no por trayectoria sino por una obra en específico. Creo que es la mejor manera de premiar algo, es decir, por el propio trabajo”. Y agregó: “Me alegra mucho también que la categoría se haya mostrado por televisión abierta, lo que nunca sucedía”.
Muñoz Bravo fue distinguido por su pieza titulada “A-M-O-R”, para seis voces, flauta, clarinete, arpa, cello y contrabajo. “Se asemeja a un madrigal, y es una especie de Torre de Babel que engloba con una palabra, un sentimiento que engloba a toda la humanidad, sin importar la lengua”, explicó el compositor, “y la multiplicidad de idiomas se reúne en un sentimiento común. Durante su desarrollo los cantantes van entonando el vocablo ‘amor’ en 68 idiomas diferentes”.
El sentido de la composición puede tener distintos enfoques para él: “Puede expresar emociones o un mensaje, a través del sonido. Para mí la composición es una textura, una materia, no solo notas o ritmos, y esa materia se puede modelar”: Y profundiza que “a eso se suma una parte científica, una búsqueda en la naturaleza, y por eso trabajo con la informática musical, y la inteligencia artificial aplicada a la composición”.
Efectivamente, en su catálogo que comprende obras solistas, de cámara, vocales, electrónicas, y multimediales, uno encuentra a la naturaleza como una inspiración patente. “Descubrí que en la naturaleza hay formas que el ser humano no puede aprehender a cabalidad. La naturaleza es música, todo sonido que se estructura en el tiempo para mí es música, y no solo en el campo, también en el mundo urbano”.
Ejemplifica que “el primer fenómeno que me inspiró fue el comportamiento de la luz, que investigué en mi máster en Estrasburgo. En orquestación se habla mucho del color en la música, pero es una cuestión poética más que científica, sin embargo, la luz se comporta como el sonido, y encontré relaciones entre ellos”.
“Actualmente estoy trabajando en piezas de espectáculo vivo, con captores de movimientos”, comentó sobre su interés por lo teatral. “Ahora mismo compongo una pieza para marionetas, voz y electrónica, que se va a estrenar acá en Francia, y luego tengo otro proyecto para voz, danza, y hologramas, en que profundizamos la idea de un lenguaje tridimensional. Se trata sobre la colonización suiza en la isla de Sumatra”.
Para Chile se proyecta la pieza “Transmission” para guitarra y electrónica, proyecto de disco y estreno del guitarrista y compositor chileno Andrés González del Ensamble f(r)actura de Valparaíso, que será estrenada en junio o julio de este año.
Destaca su optimismo sobre el estado de las cosas en cuanto a composición cultivada en nuestro país: “Veo que se están encontrado lenguajes personales, porque cuando yo era estudiante sentía que todos estábamos imitando a compositores europeos, y no estábamos en una búsqueda original. En Chile está lleno de compositores que han desarrollado su idioma propio, y eso hay que apoyarlo”.