Letra y Música: Un recorrido por el pop de Uruguay
La columna de Ricardo Martínez en Ciudadano ADN seleccionó las más emblemáticas canciones creadas en ese país, desde el folclor tradicional hasta el pop más actual.

Letra y Música: Un recorrido por el pop de Uruguay
18:07
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En la previa del partido entre Chile y Uruguay que inaugura las clasificatorias para Qatar 2022, Letra y Música, la columna musical de Ciudadano ADN, escogió las más emblemáticas canciones de la música uruguaya, desde lo más tradicional hasta el pop.
El columnista y académico de Literatura Creativa UDP, Ricardo Martínez, aseguró estar «con el estómago apretado» horas antes del encuentro futbolístico. «Recuerdo esos partidos de los 70 y 80, apretadísimos y con fouls. Espero que después de los grandes éxitos de Chile en los últimos años la cosa mejore».
Esta fue su selección:
Los Iracundos – Va cayendo una lágrima: Una canción ad-hoc al escenario deportivo que se podría venir encima, y clásico de toda una época. «Así como en Estados Unidos se produjo la invasión británica, en Chile y Argentina en los 50 y 60 se produjo la invasión uruguaya», recordó Martínez.
Los Iracundos – Puerto Montt: La canción emblema de la capital de la Región de Los Lagos no es chilena, sino uruguaya. Un guiño directo a nuestro país que marcó lo que iba a ser la balada rock de fines de los años 60 y principios de los años 70.
Carlos Gardel – La cumparsita: ¿Por qué un argentino en una selección de música uruguaya? Muy simple: se trata del himno popular uruguayo por antonomasia, cuya melodía fue creada por Gerardo Matos Rodríguez a los 17 años, y que tras años en el olvido, fue rescatada por Pascual Contursi, quien le dio la letra, volviéndose uno de los tangos más reconocibles de la historia. Además, está la hipótesis uruguayista, que insiste en que el rey del tango nació en la localidad uruguaya de Tacuarembó.
Alfredo Zitarrosa – Zamba por vos: Una muestra del folclor uruguayo, que también tuvo un auge a fines de los años 60, al mismo tiempo que en la mayoría de los países latinoamericanos, y Zitarrosa es uno de sus nombres más emblemáticos.
Leo Masliah – Biromes y servilletas: Un músico con una dosis de humor y sofisticación que lo vuelve una figura de nicho, pero con una gran base de seguidores, considerado en los años 80 en la misma categoría de próceres como Les Luthiers. La canción hace alusión a «estos poetas que tratan de escribir en cualquier parte y que todo lo convierten en poesía».
Gervasio – La azafata me mira: Uno de los éxitos iniciales del cantante, en los años 60, con una sonoridad que recuerda a programas como Música Libre. El músico, posteriormente radicado en Chile, fue vocalista de Los Náufragos, banda que lo emparentó con la balada pop rock de bandas como Los Iracundos.
Gervasio – Alma, corazón y pan: Quizás su hit más recordado, y que lo hizo ganador de la competencia internacional del Festival de Viña 1983. Según recordó Martínez, las canciones que trascienden al certamen «tienen que tener un coro muy poderoso, si no no pasa nada con ellas».
Jorge Drexler – Creo que he visto una luz: Esta canción se hizo conocida en la película Diarios de Motocicleta, en una epifánica escena en la que el Che Guevara (Gael García Bernal) cruza un río y se da cuenta de cuál será, de ahí en adelante, su nueva vida.
Natalia Oreiro – Me muero de amor: «Yo soy ultra fan de Natalia Oreiro», reconoció Martínez a propósito de lo que llama un neo-clásico. «Está muy bien armada, muy bien hecha».
Como bonus track de la columna, Aldo Schiappacasse escogió «Siga el Baile», en la versión de Jaime Roos, que cierra la «entrañable y querible» película «Luna de Avellaneda», de Juan José Campanella. Sandra Zeballos, en tanto, escogió «Chau» de No Te Va Gustar, banda representante del rock uruguayo actual. El tema cuenta con la participación especial de la mexicana Julieta Venegas.
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