Luis Jara: «Yo fui un poco víctima de mi personaje. El personaje no te puede comer»

Este sábado 8 de febrero, Luis Jara, junto a un grupo de connotados artistas nacionales, presentará «Luis Jara & Friends», un show donde repasará sus grandes éxitos. Ciudadano ADN conversó con el cantante y animador sobre ese y otros proyectos.

El espectáculo que se viene junto a sus amigos, adelantó, «no está pensado solo para que yo cante con ellos. Ellos tendrán su espacio». Se trata de La Otra Fe, Rigeo, Franco el Gorila y Carolina Soto. Además, Fernando Solabarrieta tendrá el rol de maestro de ceremonias.

El cantante viene saliendo de una compleja afección, tras sufrir una hemorragia en su pierna que lo mantuvo en riesgo de sufrir una trombosis. «Yo aguanto harto el dolor, pero es el más grande que he sentido», reconoció. «Pero ya pasó».

Hoy, luego de 21 días de convalescencia, Jara está de vacaciones. Tiempo que está aprovechando para ver televisión y observar «qué espacio está tomando el matinal, no solo el que conduzco yo, sino también el resto», con miras a un marzo que promete tener «mucha contingencia y mucha responsabilidad en sus contenidos».

«Esto nos golpeó a todos en la cara», confidenció sobre el estallido social y la repercusión que ha tenido en espacios como los matinales, consciente de que la televisión y los rostros están viviendo «una adaptación de contenidos, que creo que va a ser un tremendo desafío y hay que estar preparados. Chile necesita que la televisión y los comunicadores estemos a la altura de lo que pasa». El animador también reconoció que «este es un trabajo que no ha sido fácil para nadie. Todos los que estábamos haciendo matinales estábamos en un campo minado, donde todo lo que dices tiene una tremenda repercusión».

En ese cambio, «el público exige que nos definamos en una cierta línea», lo que para Jara «tampoco es tan fácil, lo que uno hace es transmitir y moderar, no pararse en un micrófono a decir ‘ésta es mi postura’, que yo la tengo», admitió. Un cambio que ha dejado fuera de pantalla a rostros que trabajaban con Luis Jara, como Patricia Maldonado, «que fue sorpresivo, ni ella ni nosotros nos esperábamos que iba a pasar. Se toman decisiones y uno ni siquiera se atreve a preguntar por qué». O Karol Dance, fuertemente vilipendiado en el movimiento actual, lo que descolocó a sus cercanos. «Es una pregunta que todos nos hacemos. Sé que hay algunos factores que tienen que ver con su personalidad o su historia televisiva. Pero no logro entender el lugar ni la proporción que ocupó Karol en el estallido social».

Luis Jara es uno de los que observa una caída en el impacto de la televisión como medio, lo que atribuye tanto a las nuevas plataformas digitales como a un desgaste de la industria. «Hay una mezcla. En un momento determinado los contenidos se fueron a la punta del cerro. Subestimamos al público. Desarmaron los equipos de trabajo, y yo soy hijo de los grandes equipos creativos. No se puede automatizar la televisión. Por otro lado, están las redes sociales y Netflix, y la televisión no ha podido competir con esos contenidos. Y me da pena porque soy un hijo de la tele. Soltamos mucho la posibilidad de seguir creando».

Ahora, asume que «emocionalmente hay que estar preparado» para lo que se le viene a los comunicadores televisivos a partir de marzo. Incluso, reconoce saber que «tengo resistencia en algunos grupos de redes sociales. Pero nunca en persona alguien me ha expresado lo que me han dicho en las redes. Me gustaría qué lo hicieran de frente, en vez que alguien esté escribiendo desde la orilla de la cama».

Una resistencia que, insiste, proviene más del personaje televisivo que se construyó fue de su persona. «Yo fui un poco víctima de eso. El personaje no te puede comer. Es importante recordar que detrás del personaje hay una persona. Puede ser muy divertido pero también te puede jugar malas pasadas». Sin embargo, no se siente dolido por esas reacciones negativas. «Tengo 54 años, mis padres han muerto en mis brazos, sufrí bullying de chico. Son dolores que han condicionado mi vida en el futuro. No quiero subestimar los mensajes de la gente que se toma el tiempo para enviarlos, pero eso para mí no es dolor».

Por último, Jara revisó su rol de cantante, otra industria que está viviendo fuertes cambios. «La música no ha cambiado, lo que ha cambiado es la forma cómo se consume la música. Mis canciones icónicas, como Un golpe de suerte, tienen 1.500.000 de descargas en Spotify. Pero La ultima tentación tiene 6 millones. Enamorado tiene 5 millones. Eso es porque los que consumen música es la gente más joven. La forma de comercializar cambió. No necesitas grabar 10 canciones para pegarle el palo al gato. Grabas una y la hiciste», explicó, agregando que «no ando buscando notoriedad, ya no tengo edad para andar buscando el primer lugar. Yo hoy día lo quiero pasar bien», a propósito de sus colaboraciones con músicos jóvenes. «Si a Paloma Mami se le ocurre y si la cosa está entretenida, veamos qué pasa. La música te tiene que sorprender».