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Académico de la U. de Chile habló sobre investigación del calafate y sus propiedades anti-obesidad

El doctor y académico en Nutrición de la Facultad de Medicina, Diego García, conversó con Ciudadano ADN sobre las sustancias que aporta este fruto nacional y que son beneficiosas para la salud.

El Calafate Berries in Argentina Patagonia region

El Calafate Berries in Argentina Patagonia region

Académico de la U. de Chile habló sobre investigación del calafate y sus propiedades antiobesidad

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El doctor, investigador y académico en Nutrición de la Facultad de Medicina, Universidad de Chile, Diego García, conversó con Ciudadano ADN sobre las propiedades del calafate y la investigación que sostiene el médico al respecto.

«Nosotros llevamos trabajando con esto hace ya 10 años, y lo trabajamos porque es un fruto nativo de nuestro sur, la Patagonia de Chile, crece en condiciones extremas, lo que hace que concentre compuestos en su fruto, en su piel y hasta en sus hojas, como antioxidantes, para prevenir el daño por agentes externos”, manifestó García.

A lo anterior, García complementó que “da la casualidad, que si esos compuestos, que contienen alta concentración antioxidante son consumidos por la gente, se ha descrito que pueden ayudar y complementar bastante nuestra salud general”.

En base a lo anterior el investigador relató cómo comenzó la investigación del fruto austral: “Nosotros partimos buscando cómo trabajar en algo que tuviese este tilde nacional, original y local, y llegamos al calafate y nos enfocamos también en una de las enfermedades más importantes que nos aqueja últimamente y que se relaciona bastante con la pandemia que vivimos, que es la obesidad”.

“Por ahí empezaron nuestros tiros de investigación a intentar encontrar si existía algún nexo entre el potencial consumo del fruto y la prevención del desarrollo de la obesidad y su enfermedades asociadas”, agregó el académico.

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El calafate y la obesidad

Respecto a cómo se entrelaza el fruto y la obesidad, García manifestó que: “Nosotros estábamos enfocados en intentar encontrar algo que prevenga el puente entre la obesidad y otras enfermedades. Sabemos que la obesidad lleva a la diabetes por ejemplo, o algunos tipos de cáncer o enfermedad cardiovascular, dentro de esos caminitos se producen procesos en nuestro cuerpo que de apoco van generando estas enfermedades, como procesos de estrés oxidativo y también proceso inflamatorios”, explicó.

A lo anterior el doctor continuó: “Sabiendo que teníamos un fruto rico en antioxidante, fuimos a ver si podía prevenir, o quebrar esta comunicación. Así que probamos en modelos, todo en laboratorios, en células, en modelos vivos controlados, y vimos que podía prevenir el desarrollo de la inflamación asociado a la obesidad y prevenir el desarrollo a la resistencia a la insulina, que bueno puede derivar en una diabetes”.

“Lo interesante de todo esto, es que nos dimos cuenta que prevenía en cierto grado, el desarrollo de obesidad, es decir entre un 20% y 30% menos de acumulación de grasas, que es la definición de obesidad”, añadió García.

En cuanto a por qué el calafate ayudaría en la obesidad, el investigador sostuvo que “los humanos tenemos tejido adiposo, es decir grasa acumulada, que es útil para nosotros. Nuestro tejido graso, es nuestra reserva, nos permite sacar energía y acumularla a nuestra necesidad. Además de este tejido adiposo blanco, que es el más común, existe otro tipo, el tejido adiposo pardo, que lo tenemos en la nuca, o alrededor de las vértebras, que se presenta en poca cantidad en los adultos y que la energía que acumula, termina disipando en forma de calor, y la gracias que ese tejido está presente y más activo en personas no obesas o no diabéticas”.

Es en conjunto a estas grasas que en el modelo desarrollado por García, se evidenció que el calafate podría ayudar a evitar la generación de grasas y por ende a la obesidad.

Calafate como complemento

Aún sin concluir la investigación, García sostuvo que se busca establecer al calafate como un complemento alimenticio dentro de un contexto de vida sana y saludable, con ejercicio, lo que significa que “no es para pensar que tengo todo permito mientras tenga al lado un puñado de calafate, no es así. Sirve como complemento a todo lo que está alrededor de la vida sana”.

Respecto a la idea de que el calafate se levante como un complemento, el investigador añadió un ejemplo: “Esperamos, por ejemplo que cuando una persona con sobrepeso vaya a su control con nutricionista o nutriólogo, los trabajadores de la salud tengan a disponibilidad de indicarle existe esta solución, que puede ser a lo que llegaremos con la investigación, que puede ser el consumo de x gramos por día.”

De es misma manera, García recalcó que “lo importante de la investigación, es que es local, de un fruto nativo, de Aysén y Magallanes”, por lo que continuar con la investigación “vamos a beneficiar a todos, desde que él recolecta hasta el que hace producto basados en calafate.”

En cuanto a los problemas o “quebradero de cabezas” como lo manifestó el doctor, estos se han basado en bajar la información para volverla tangible: “Tenemos tanta información que debemos bajarla a algo concreto, ese siempre ha sido nuestro punto de tope, tenemos que trabajar con otros investigadores, que tienen otros expertos como ingeniería de alimentos o química, que nos ayuden en este sentido.”

Lo que estamos afinando ahora es la dosis, para conseguir un efecto a mediano y corto plazo”, manifestó el académico de la Universidad de Chile, sin antes agregar que “al tener tanto compuesto antioxidantes, hace que no sean tan agradable al consumo, por lo que tenemos que buscar una forma de hacerlo atractivo”.

García puntualizó que dentro de la investigación se llevan dos frentes, uno referente a los estudios de laboratorios, es decir la ciencia, en la cual se están buscando los permisos para comenzar los ensayos en humanos, para descartar todo tipo de efectos secundarios. Y el segundo, referente a una investigación llevada por una doctora de su equipo, la cual se centra en encontrar la dosis específica del fruto.

Para finalizar, el investigador Diego García manifestó que con esta investigación “creemos que podemos llegar a algo tangible, lo que nos pone contentos”.

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