Operación Argentina: La conexión especial de Massú previo a la reedición de un clásico
El capitán del equipo chileno de Copa Davis tiene varios amigos al otro lado de la Cordillera.

Rodrigo Hernández, ADN
Nicolás Massú tiene una conexión especial con Argentina. Fue en el Buenos Aires Lawnn Tennis Club, en 2002, donde ganó su primer torneo como profesional. No fue una final cualquiera: perdía 6-2 y 5-1, con dos puntos de partido en contra, frente al local Agustín Calleri y acabó ganando el título por 2-6 7-6(5) y 6-2 frente un público que pasó de la incredulidad a la admiración y lo ovacionó. Fue su primer festejo en grande después de dos finales fallidas en Orlando y Adelaida.
El doble campeón olímpico hizo grandes amigos argentinos: el propio Agustín Calleri, Juan Ignacio Chela, Gastón Gaudio, David Nalbandian, Mariano Hood y Mariano Zabaleta, entre otros. Lo dirigió otro trasandino, Gabriel Markus y realizó muchas de sus pretemporadas al otro lado de la cordillera. Por ese motivo y, sobre todo, por lo que representa enfrentar al campeón de la Copa Davis por BNP Paribas de 2016 es que Massú quería derrotar a Ecuador para enfrentar a Argentina en abril. "No podía hablar mucho de un eventual match con Argentina por respeto a Ecuador. Primero había que superar este desafío y luego enfocarse en la final de la Zona Americana I. Ahora, ya podemos empezar a visualizar el partido, trabajar y, especialmente, esperar que nuestros jugadores sigan creciendo", sostuvo.

"Los chicos están en un proceso de pleno desarrollo. Construyendo su carrera semana a semana. Nicolás (Jarry) está más adelantado que el resto pero tiene recién 22 años y todavía puede crecer mucho más, está lejos de su techo. Cada progreso, cada partido ganado en el circuito es beneficioso para él y para el equipo pensando en el match con Argentina", agrega el exnúmero 9 del mundo.
"Vamos a ir a Argentina con la mayor ilusión. Somos un equipo mixto, con jugadores muy jóvenes y otros de mayor experiencia, pero nuestro desarrollo es evidente. Cuando empezamos este proceso hace 4 años éramos más permeables. Hoy, en cambio, miramos hacia atrás y vemos que estamos invictos como locales hace 7 series. No es poco. Reconforta", añade el campeón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Respeto máximo por Argentina
Massú enfatiza su admiración por el tenis trasandino. En su opinión responde a un perfil muy marcado. "Si te fijas entre los argentinos hay un denominador común evidente: la perseverancia ante la adversidad. Conozco bien esa realidad y hay múltiples ejemplos. Los tenistas de ese país tienen una pasión y disciplina únicas. Muchos arrastran problemas económicos, de financiamiento, pero siguen luchando, persiguiendo su sueño. Mira tú el caso de Diego Schwartzman, con 20 centímetros menos que el resto, está 24 del mundo. Su constancia ha sido admirable", puntualiza.

Respecto del equipo que enfrentará a Chile en abril próximo sabe que será altamente competitivo. "(Juan Martín) Del Potro, que es el símbolo del tenis sudamericano, sabemos que no va a estar, pero luego tienen 4 ó 5 jugadores de muy buen nivel y pueden armar un equipazo. De todos modos, soy un convencido de que siempre se puede. El tenis es un deporte de mucha voluntad. En mis años en el circuito aprendí que nada es imposible. Los talentosos son los menos, los que llegan son los profesionales, aquellos que dejan la vida entrenando y compitiendo. Yo al equipo le pido el máximo y ellos responden con un compromiso absoluto, con entrega y generosidad. ¿Si vamos a jugar en Mendoza o San Juan? Sería lindo, son distancias abordables para que el aficionado chileno nos acompañe. Ojalá se juegue ahí y podamos tener una barra que se haga sentir", remata.
Massú se despidió con afecto de sus dirigidos y, como de costumbre, les manifestó que estará pendiente de sus actuaciones. Al paso, comprometió a Julio Peralta para la final de abril y a su entorno le aseguró que tomará contacto con Christian Garín para hacerle ver la necesidad de contar con él frente a Argentina. La serie ante Ecuador terminó hace pocas horas, pero el viñamarino ya está trabajando para un desafío que lo entusiasma sobremanera y marcará la reedición del clásico Argentina-Chile después de 20 años.