Benjamín Benzaquen: Nicolás Jarry no pasó desapercibido en Roland Garros

Benjamín Benzaquen, ADN

Nicolás Jarry no pasó desapercibido en su paso por Roland Garros. Previo al partido ante el ruso Karen Khachanov, ya se notaba un ambiente relacionado con la presencia de un chileno, después de 6 años de ausencia en un Grand Slam.

Público con banderas chilenas, poleras de la selección de fútbol y mucho ceachei antes y durante el partido, fueron la tónica de la jornada. Y como si fuera un revivir de la década del 2000, en la tribuna de prensa, sentado y junto al entrenador del "Nico", estaba el otro Nico, el "Vampiro".

En la cancha, el nieto de Jaime Fillol no defraudó. Le jugó de igual a igual al ruso, 53 del ranking ATP. Khachanov, muy talentoso, aun cuando algo disperso y capaz de perder con su derecha una pelota imposible, sintió que su rival no iba a entregar el partido así porque sí, y debió sacar lo mejor de sí.
 

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El rival chileno contó con un espléndido primer servicio que sale desde su 1.98 cm (igual que Jarry) y de una derecha capaz de agujerear una pared. Como lo hizo en el tercer set, para ganar el tiebreak que luego le abrió la puerta para su victoria final por 64 36 76 y 61 en dos horas y 45 minutos de juego.

La cancha número 5 del complejo tenístico del Bois de Boulogne estaba colmada y fue el escenario en el que Nicolás Jarry jugó su primer partido de un torneo grande sin desentonar, aplicando su potente derecha y buen revés a dos manos.

Tal vez le faltó jugar una pelota más, siempre tan importante en la arcilla, donde muchas veces se gana por porcentaje de juego y no de tiros ganadores. Pero no hay nada que reprocharle; ya que es el tenis que siente y el cual tendrá que pulir, con un enorme potencial, que está comenzando a despegar en las grandes ligas del tenis mundial.