Franco Benavente (36) habla rápido, con entusiasmo. Ese mismo ritmo es el que usó para moverse dentro de la industria de una de las tecnologías más comentadas de los últimos años: la inteligencia artificial. Afirma que lo que partió como un juego terminó convirtiéndose en algo más que un hobby. Hoy dirige una empresa dedicada a la creación de piezas audiovisuales hechas con IA, varias de ellas virales, con millones de reproducciones. Dice que, de alguna forma, está viviendo el sueño que tenía de niño: dirigir.

Son las 16.00 horas cuando contesta el llamado de ADN.cl desde la región de Valparaíso. Habla fluido y con soltura. Es cineasta y director audiovisual de la Universidad Católica, y fue en 2023 cuando, jugando con nuevas herramientas de inteligencia artificial, comenzó a generar videos y a publicarlos en redes sociales.

—Yo tenía inquietudes audiovisuales. Me acuerdo cuando empezaron a salir las herramientas automatizadas, la más importante en ese momento fue el relleno generativo, que te permitía rellenar espacios. Entonces se me ocurrió que podía ser interesante aplicarlo a un video. Empecé con algunos ejercicios, se empezaron a viralizar y eso me dio ganas de seguir explorando estas herramientas para ver qué salía —recuerda Franco Benavente.

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El punto de partida, dice el director, fue una serie de videos generados con Photoshop a partir de emblemáticas teleseries de la cultura chilena, todas en formato vertical: Romané, El circo de las Montini, Los 80, entre otras. Piezas breves, que están cargadas de nostalgia, por lo que rápidamente se llenaron de visitas.

—Yo tengo una inclinación especial por los íconos pop, teleseries, personajes famosos. Siento que conceptualmente son referentes importantes para una sociedad. No fue un trabajo calculado, nació más bien desde mis gustos personales, desde lo humano —dice.

Esa visibilidad no la buscó, insiste, pero sí lo empujó a seguir probando. Con el tiempo comenzó a incorporar nuevas herramientas: la manipulación de voces. Videos de realities de moda en 2023, donde los participantes aparecían hablando en otros idiomas, se transformaron en los nuevos virales y volvieron a sumar miles de reproducciones.

—Después aparecieron herramientas que permitían manipular el idioma, contar historias coherentes, ejecutar acciones más complejas. Eso me llevó a armar secuencias con narrativa más consistente, con consistencia de personajes y locaciones —detalla.

Millones de visitas

Evelyn Matthei avanza disfrazada de bruja. Marco Enríquez-Ominami baila moviendo las manos, vestido de vampiro. La escena ocurre en una mansión. Están todos los excandidatos presidenciales, caracterizados para una fiesta de Halloween que, si no fuera por el tono satírico, podría pasar por un evento diplomático. Todo es un musical. Todo es ficción. Fue generado con inteligencia artificial por Franco y su equipo.

El video —de un minuto exacto— supera los 2,8 millones de reproducciones en Instagram. La pieza fue realizada íntegramente por @paisajelabs, la empresa que fundó y donde trabaja junto a un equipo con el que hoy desarrollan los guiones, la estética y toda la ejecución audiovisual.

—Es mucho trabajo. El video de los candidatos presidenciales para Halloween me tomó una semana completa. Soy bien obsesivo: pruebo muchos prompts, desecho mucho material, hasta que algo me convence. Tengo un equipo, discutimos guion, contenido, y eso hace que las piezas tarden más en ejecutarse.

Para él, la distancia entre el mundo digital y el audiovisual tradicional no es tan grande. Sin oponerlos, plantea que ambos responden a una lógica similar.

—Yo me preocupo mucho de cómo actúan los personajes, les doy instrucciones específicas: que miren, que reaccionen de forma sutil. Hay una dirección de actores, entre comillas. Sé que a algunos les puede parecer exagerado, pero para mí existe.

La expansión de estas herramientas también ha abierto un terreno poco regulado, donde la desinformación y sus distintas formas circulan sin mayor fiscalización en redes sociales. Benavente es consciente de esos riesgos y dice que su trabajo siempre ha sido transparente respecto del uso de IA.

—Yo no pretendo engañar a nadie. Son representaciones, en un contexto de sátira evidente. Ahí es difícil que alguien se confunda. Ahora, claro, no me cabe duda de que esta tecnología puede generar confusión en otros contextos, sobre todo cuando se usa para manipular o engañar. Mi vocación es un uso ético y responsable de la IA, aunque es difícil evangelizar a todo el mundo.

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Los riesgos y el futuro

Su trabajo es reconocible entre otras piezas generadas con inteligencia artificial. Se caracteriza por la sátira, el humor ácido y una estructura recurrente en formato musical. Los protagonistas están cuidadosamente construidos, con instrucciones meticulosas para que cada gesto y movimiento se acerque a la imitación. Ese nivel de detalle y oficio lo llevó al Festival de Viña del Mar de la mano de Pedro Ruminot y a uno de los programas con mayor rating de la televisión chilena: Primer Plano, de Chilevisión, donde debió recrear distintos casos de la farándula nacional.

—Hubo un trabajo muy serio con abogados para no salirse de la norma. La sátira es un derecho, pero tiene límites. Yo puedo usar a un personaje, pero no humillarlo ni ponerlo a vender un producto. Es muy similar a lo que hace Kramer. Siempre hay una preocupación por innovar, pero respetando las reglas. Yo además trato de cuidar a los personajes, incluso cuando el video es más ácido.

Dice que jamás le haría daño a alguien con su trabajo y que todo lo que produce está pensado desde el respeto. Confiesa que nunca le han ofrecido participar en campañas falsas ni en operaciones para perjudicar a terceros.

—Le tengo mucho cariño a lo que hago. Prefiero seguir un camino transparente y no dañar a nadie con una mentira, porque eso podría echar abajo todo el esfuerzo de estos años.

Ese mismo esfuerzo es el que proyecta seguir cultivando desde su empresa. Aclara que, cuando deje de ser funcional para su vida, deberá dar un giro. Por ahora, asegura, el rumbo es claro: hoy financia su vida trabajando con inteligencia artificial.

—Mi foco ahora es consolidar la empresa, trabajar con un equipo, hacer cosas bonitas, con sentido. Me gustan mucho los videos tipo meme, contar historias en un minuto. Y si pensamos en grande, claro, me encantaría hacer una película. Ahora mismo estoy terminando un videoclip que es casi un cortometraje —revela.

Todo esto ocurre en un contexto de rápida expansión de la IA a nivel global. Benavente reconoce que en un comienzo el avance fue lento, pero que hoy el mercado chileno muestra un crecimiento sostenido, con cada vez más productoras incursionando en el área.

—Hay interés, sobre todo porque los costos son más bajos. En contextos económicos complejos, las empresas naturalmente buscan soluciones más baratas. Es una tecnología democrática. Puedes innovar. Yo llegué a Primer Plano porque vieron mi trabajo en redes sociales. Todos los días aparece una tendencia nueva; el primero que la ejecuta bien se posiciona fuerte. Creo que quedan varios años de mucha innovación y oportunidades para gente creativa —cierra.

Por ahora, ese equilibrio entre humor, ética y narración audiovisual le permite vivir de lo que hace. Dirigir, como cuando era niño. Solo que ahora, el set está dentro de un computador.

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