Así funciona el nuevo reglamento en supermercados que cambia la forma de comprar: involucra directamente a los precios

Este mes entró en vigencia un nuevo reglamento obligatorio que implica ciertos cambios en el funcionamiento de supermercados, tiendas de conveniencia y marketplaces.

En detalle, desde el 11 de septiembre los locales están obligados a dar a conocer el precio por unidad de medida. Así, en el papel donde se muestra el valor, también se indica, con una letra más pequeña, el costo por kilo, litro e incluso metro.

Según explicó el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, la idea busca entregar información completa a los consumidores, con el fin de que puedan tomar decisiones informadas al momento de adquirir un producto en el comercio.

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En general, se apunta a productos cuyos envases o envoltorios indiquen una unidad de medida determinada y productos formados por unidades o piezas de idéntica naturaleza que se comercializan en un mismo envase.

Evidentemente, el ajuste aplica a productos nacionales y extranjeros. Eso sí, la regla no rige para los vendedores que están calificados como microempresas.

Por otro lado, los productos que no están obligados a entregar la información son:

• Productos de diferente naturaleza que se vendan en un mismo envase.
• Productos comercializados en cantidades inferiores a 50 gramos o mililitros.
• Productos suministrados con ocasión de la prestación de un servicio.
• Productos que se vendan en subasta pública.
• Obras de arte o antigüedades.
• Productos comercializados a través de máquinas expendedoras, dispensadoras o de venta automática.
• Productos no envasados que se vendan en porciones (por ejemplo, porciones individuales de helados o pasteles).
• Productos sujetos a normativas sectoriales específicas sobre la información del precio.
• Preparados de consumo inmediato ofrecidos en cafeterías o restaurantes, ya sea de manera presencial o a través de una plataforma digital.