• 06 DIC 2025

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¡Trascendental hallazgo científico! Descubren al único animal en el mundo que puede “disparar” rayos láser naturales

El descubrimiento surge del trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Florida y la Universidad Estatal de Youngstown.

Getty Images

Las plumas de pavo real, reconocidas mundialmente por su belleza y su brillo iridiscente, acaban de revelar una capacidad completamente inesperada: pueden funcionar como láseres naturales.

Este descubrimiento las convierte en el primer ejemplo documentado de “cavidad bioláser” en el reino animal, abriendo un campo completamente nuevo en la intersección entre biología y fotónica.

El descubrimiento surge del trabajo de un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Florida y la Universidad Estatal de Youngstown. Su estudio, publicado en Scientific Reports, demostró que las coloridas plumas de la cola del pavo real pueden emitir luz láser cuando son tratadas con tintes especiales.

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Pero, ¿Cómo es posible que una pluma produzca el mismo fenómeno que requiere sofisticados equipos de laboratorio? Antes de imaginar aves desfilando como sables de luz emplumados, la respuesta está en una arquitectura microscópica que rivaliza con nuestras mejores invenciones tecnológicas. Las plumas del pavo real no deben su brillo hipnótico a pigmentos ordinarios, sino a una ingeniería nanoestructural de precisión asombrosa.

Cada pluma contiene millones de barbas microscópicas: varillas de melanina envueltas en queratina, organizadas con una periodicidad tan exacta que funcionan como cristales fotónicos naturales. Estas estructuras filtran, reflejan y manipulan la luz con una precisión que cambia según el ángulo de observación, creando ese efecto iridiscente que ha cautivado a la humanidad durante siglos.

Cristales fotónicos: cómo las plumas emiten luz láser

La naturaleza lleva perfeccionando estos “cristales fotónicos” durante millones de años, mucho antes de que los físicos siquiera imaginaran su existencia. Pero el descubrimiento más sorprendente llegó cuando los científicos sometieron estas estructuras a ciclos de tinción controlada y las estimularon con pulsos luminosos: las plumas respondieron emitiendo haces láser coherentes en longitudes de onda específicas –verde esmeralda y amarillo-naranja–, con una precisión que se repetía consistentemente a lo largo de toda la superficie ocular de la pluma.

Ahora bien, ¿qué convierte una luz cualquiera en un láser? Para lograrlo, se necesita una cavidad óptica: un espacio que alinee las ondas de luz para que reboten en fase, amplificándose en un solo haz coherente.

Aunque los investigadores aún no han identificado con certeza qué parte de la pluma actúa como esta cavidad, sospechan que podrían ser gránulos de proteína o estructuras internas aún por descubrir. Lo que sí constataron es que las emisiones solo aparecieron tras múltiples capas de tinte, lo que sugiere que el proceso altera o mejora las propiedades ópticas de la pluma.

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