Tras el cambio de estación: cuáles son los virus respiratorios circulando en Chile y cómo diferenciarlos de las alergias

Tras un invierno marcado por la presencia de distintos tipos de afecciones a la salud, las enfermedades siguen presentes en el aire. Acorde a las cifras más recientes del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), a este punto del año se han identificado 38.087 casos positivos de virus respiratorios.

Se trata de una cifra que en la semana 38 del presente año supone un alza en contraste con la misma medición de hace doce meses. En aquel punto de septiembre, el cómputo alcanzaba los 27.530 casos. Ahora bien, la muestra del Informe de Circulación Viral del ISP mide en su mayor parte a menores de cinco años.

«La verdad es que hay una gran cantidad de virus respiratorios», aclara la doctora Loreto Twele, jefa del servicio de Pediatría del Hospital de Puerto Montt y docente de la Universidad San Sebastián. De hecho, actualmente circulan nombres como Parainfluenza, Metapneumovirus, Adenovirus, SARS-CoV-2, Influenza A y B y VRS.

«Es habitual que después del peak que se observa en la campaña de invierno se presenten nuevos aumentos. Pero que no tienen la magnitud de casos que se ven en los meses de invierno y sobre todo no tienen el impacto a nivel asistencial de ocupación de camas o ingreso a UCI«, dice Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Universidad de Santiago.

Cómo diferencias los virus

Acorde a las voces entendidas, trazar la diferencia entre este tipo de virus respiratorios no es tan simple. «La gran mayoría de ellos producen fiebre, dolor de garganta, congestión nasal, dificultad respiratoria en los casos más graves o bronquitis», aclara Twele.

«Parainfluenza tiene a dar más tos irritativa y disfonía», plantea la doctora Gema Pérez, pediatra broncopulmonar de Clínica Vespucio. En cambio, «el Adenovirus tiene a dar muchos días de fiebre alta, se asocia casi siempre a una conjuntivitis o amigdalitis», agrega.

Y si el Metapneumovirus es parecido al virus sincicial con congestión nasal o presencia o no de fiebre, el Rinovirus tiende a «obstruir mucho más y dar de frentón más bronquitis, desencadenando asma en personas susceptibles».

Virus respiratorios y las alergias primaverales

Ahora bien, por estas fechas también predomina un aumento en la concentración de polen en las calles debido a los árboles y flores. Un hecho que se traduce en alergias y que también conllevan ciertas sintomatologías.

A modo de ejemplo está la rinitis alérgica, «que se puede manifestar con congestión nasal, secreción, tos y estornudos», dice Carlos Pérez, decano de la facultad de Medicina y Ciencia de la USS. «Se puede confundir con infecciones», plantea el mismo. «La diferencia que en general las personas no tienen decaimiento, dolores musculares, de cabeza o fiebre», añade.

«Es importante que cuando se tiene la sospecha o la duda de si el cuadro es alérgico o respiratorio consultar oportunamente, pero no hacerlo a los servicios de urgencia, sino que los dispositivos de atención primaria«, sugiere Silva.