María Elisa Quinteros por gritos anti partidos en la Convención: «Es lamentable, una cosita pequeña que se agranda»

11 meses y 24 días. Ese fue el tiempo que demoró la Convención Constitucional en redactar la propuesta de nueva Carta Magna, una que podría regir al país por 20 o 30 años.

El martes se terminaron las votaciones de las propuestas de las comisiones y el próximo lunes 4 de julio le presentarán el documento al Presidente Gabriel Boric. De ahí en más, comienza el periodo para informar, de cara al plebiscito del 4 de septiembre. 

En ese contexto fue que la presidente María Elisa Quinteros conversó la mañana de esta jornada con ADN Hoy, ya en un ánimo retrospectivo.

Pero antes, hubo un hecho que marcó el cierre de ayer: en el excongreso, donde sesionaba la Convención, cuando se cerró la sesión, se escuchó un cántico: «el pueblo, unido, avanza sin partido».

«Es lamentable, porque siempre pasan estas cosas, una cosita pequeña, que se agranda y queda esa imagen. Eso es lo primero, que ha sido la tónica todo el tiempo», dijo sobre esa situación la presidenta Quinteros. Luego, «lo segundo: vi que los gritos que venían del segundo piso, que estaba lleno. Algunos convencionales se unieron, pero no fueron todos los convencionales, no fuimos todos. Hay que reconocer que nosotros hemos valorado el rol de los partidos y así lo hemos dejado en la propuesta de Constitución».

Así las cosas, esos gritos contra los partidos, e incluso la génesis de la Convención, a juicio de Quinteros, deben enmarcarse en la crisis del país.

«Más allá de la crisis de representatividad, recordemos que también obedece el estallido social y la habilitación de este proceso a una crisis de representatividad, donde todas y todos sabemos que han habido dificultades con los partidos y la propuesta de Constitución para que esto mejore, porque necesitamos la representación política y tiene que ser a través de los partidos, porque así funcionan las democracias», planteó.

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La renuncia de Rodrigo Rojas Vade, el voto desde la ducha de Nicolás Núñez, los inapropiados y deslenguados calificativos de Teresa Marinovic para con sus compañeros de trabajo, por nombrar solo algunos hechos durante el trabajo de la Convención, hoy, desde la perspectiva de la presidenta del órgano redactor, carecen de importancia, pues en general «evalúo el proceso de manera positiva, con los errores, por cierto. Es perfectible en el quehacer».

«Me quedo con las largas horas de trabajo, de esfuerzo, de este grupo humano por sacar adelante un proceso que desde el inicio fue complejo. Recordemos la instalación, lo difícil que fue sacar adelante toda la orgánica. Me quedo con eso. Y por supuesto, cosas que podrían haberse hecho mejor. Los mismos errores de los convencionales, de algunos, no todos, pero es la naturaleza humana también», resumió.

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En los próximos días, la secretaría técnica de la Convención revisará el documento, lo ordenará, repondrá los artículos originales que no se aprobaron y el lunes tendrá el texto final. «Lo importante», dijo la presidenta, «es continuar informando del proceso en julio y agosto. Le hemos pedido al Gobierno que lleve una campaña informativa. Porque lo más importante, más allá de la Convención, es el texto el que tiene que ser evaluado, más allá del desempeño o no. La Convención, como órgano, hemos cumplido con la tarea, independiente de lo que uno pueda atribuir errores comunicacionales o de los mismos constituyentes. Acá lo importante es el texto, que fue escrito de manera legítima, transparente, con amplia mayoría».