Ecuador fija estado de excepción en seis regiones por protestas
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso acusó a las organizaciones indígenas y opositoras de querer derrocar a su gobierno.
Las protestas contra el gobierno no se detienen en las ciudades de Ecuador / Anadolu Agency
En Ecuador el gobierno amplió el estado de excepción para enfrentar las protestas en su contra. El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso denuncia que los manifestantes tienen un plan para derrocarlo. Los grupos indígenas lideran un paro nacional que ya completó ocho días y ahora se reúnen en la capital Quito para presionar al ejecutivo.
Lasso decretó el sábado la medida para las provincias de Pichincha, Imbabura y Cotopaxi. Ahora decidió ampliarlas para las regiones de Chimborazo, Tungurahua y Pastaza. El ministerio de comunicación aseveró que buscan herramientas para enfrentar la violencia que producen las manifestaciones antigobierno.
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La secretaría de estado indicó que «con esta decisión se precautela el bienestar de la ciudadanía frente a la violencia. A la vez se tutelan los derechos de quienes se manifiesten pacíficamente». El derechista mandatario Guillermo Lasso criticó a sus opositores aseverando que «hemos tendido la mano, hemos llamado al diálogo, pero ellos no quieren la paz«.
El gobernante ecuatoriano agregó que «ellos buscan el caos, quieren botar al presidente». La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) mantiene los bloqueo en las carreteras y las manifestaciones en diversas ciudades. El colectivo de pueblos originarios exige, entre otras demandas, la rebaja en los precios de los combustibles.
El Universo da cuenta que la Asamblea Nacional, el poder legislativo de Ecuador, calificó de «errático» el actuar del gobierno. Este lunes miles de personas llegaron a Quito para ampliar las manifestaciones en contra de Lasso. El partido indígena Pachakutik llamó a una mesa de negociación que incluya a las Naciones Unidas, la Cruz Roja, universidades y la iglesia.
Indígenas de Ecuador marchan hacia el centro de la ciudad de Quito / CRISTINA VEGA RHOR
